La posible llegada de la gripe porcina al país alteró las rutinas de Ezeiza. Desde las 0 de hoy y hasta las 0 horas del próximo lunes, en Argentina no aterrizarán aviones que hayan despegado del DF mexicano y realizado el trayecto de manera directa. Además, todos aquellos que hayan iniciado el viaje en el DF y realizado paradas intermedias, o llevado a cabo conexiones (sean vuelos regulares, no regulares, charters o vuelos privados) deberán confluir en el aeropuerto de Ezeiza. Las personas que ingresen al país por pasos fronterizos que linden, en un máximo de 300 km a la redonda, con un aeropuerto internacional así como los ingresos mediados por ferry, serán sometidos a controles para “fortalecer el cordón sanitario” nacional, anunció anoche el jefe de Gabinete, Sergio Massa, flanqueado por la ministra de Salud, Graciela Ocaña, y el secretario de Políticas de esa cartera, Carlos Soratti. El aviso de lo que se aclaró como decisión de Cristina Fernández fue hecho durante una conferencia de prensa convocada en la Casa de Gobierno hacia el final de la jornada, una vez terminada la reunión del Comité de Emergencia que –a su vez– había seguido a una teleconferencia con participación de ministros de Salud de todo el continente y personal de la OMS. Cada día a las 19.30, el Gobierno brindará un parte “para mejorar el nivel informativo”; para disponer de un panorama amplio, Ocaña solicitó a las personas que hayan llegado de México en los últimos 10 días (estimadas en 20 mil) que, en caso de registrar síntomas de posible influenza, se comuniquen al teléfono gratuito del Ministerio de Salud (0800 222 1002) o bien se dirijan a centros de salud.

De acuerdo con Massa, el Ministerio de Salud tiene en stock 500 mil tratamientos (tamiflu), vio incrementado su presupuesto en 66 millones de pesos para “ampliar la capacidad de compra” de más tratamientos y tendrá a disposición al menos 110 mil tratamientos más, “a partir de un diálogo con un laboratorio”. Por lo demás, el lunes, al vencer el primer plazo de la suspensión de arribos provenientes de México, el Comité de Emergencia (integrado por los secretarios de Transporte, Ricardo Jaime; de Agricultura, Carlos Cheppi; de Hacienda, Juan Carlos Pesoa, y de Industria, Fernando Fraguío) evaluará la nueva situación “nacional e internacional” y optará por su continuidad o levantamiento.

Hasta entonces, el consulado argentino en México recibirá los fondos necesarios para solventar los gastos de hotelería extra que deban afrontar los ciudadanos argentinos que –por el cierre temporal de fronteras– se vean obligados a posponer su regreso al país. Esta mañana habrá una excepción: a las 9 llegará a Ezeiza el último vuelo autorizado desde México. Entretanto, la terminal B del aeropuerto de Ezeiza estrenaba un sensor de temperatura, destinado a detectar a todo recién llegado que supere los 38 grados, de manera que pueda recibir atención inmediata.

La conferencia de prensa no duró más de 15 minutos, a lo largo de los cuales Massa articuló la serie de anuncios derivados de una tarde de reuniones de funcionarios provinciales (la reunión del Consejo Federal de Salud, que también versó sobre la epidemia de dengue), teleconferencia continental (que incluyó, además de expertos en salud, la participación de diplomáticos argentinos y mexicanos) y la decisión presidencial. Fue de Cristina Fernández, enfatizó Massa, la determinación de tomar medidas ante una situación “excepcional”. Se trata de “una epidemia de características excepcionales que ni la OMS puede calificar”, describió el jefe de Gabinete. Antes de dar paso a las preguntas, Massa anunció que:

- Se incrementó el presupuesto del Programa de Médicos Comunitarios, para fortalecer la atención en hospitales, centros de salud y salitas, habida cuenta del probable incremento de consultas, debido a “la difusión que va teniendo la epidemia”.

- La Secretaría de Medios implementará una campaña para informar sobre los síntomas que podrían indicar gripe porcina, y también para pedir a “aquellas personas que viajaron desde México y a las personas que tuvieron contacto con los que viajaron (amigos, familiares)” que no duden en contactar con el sistema de salud ante cualquier inquietud o posible contagio. Se trata, acotó Massa, de “articular políticas de prevención”.

- Además de los aeroportuarios, serán también incrementados los controles aduaneros, lo que implicará “mayor presupuesto para controles de migración”, de manera que permita “la máxima capacidad de acción” y “fortalecer el cordón sanitario”.

- Los trabajadores aeroportuarios y de pasos fronterizos, así como los encargados de la atención a pasajeros de ferry, serán objeto de especial atención por parte del Ministerio de Salud y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

Pasada la 0 hora del lunes (esto es, cinco días después de tomada la medida), se procederá a una reevaluación de la situación, cuyo resultado dependerá de la “evolución en la región”, aclaró Massa a la hora de responder preguntas. Soratti, por otra parte, contó que “entre ayer y hoy, a través del 0 800 y la consulta en salas” el Ministerio tuvo conocimiento de “19 posibles o eventuales casos sospechosos”, pero que “la mayoría se resolvió con interrogatorios y fueron descartados” como posibles episodios de gripe porcina. Hasta anoche, sin embargo, tres casos permanecían “en evaluación”; “hay que tener prudencia en cómo se mencionan”, rogó Soratti, quien procuró, tanto como Ocaña y Massa, reforzar la idea de precaución ante un posible pánico (ver aparte).

“La única medida a seguir” es pedir asistencia médica ante síntomas que puedan corresponder a la influenza en cuestión, continuó Ocaña, quien recordó que, aun cuando México tenía 2630 casos en estudio, se trata de “un virus nuevo”, con sus consecuencias: “todos los ciudadanos del mundo somos eventualmente susceptibles, porque es nuevo, no hay defensas”. Sin embargo, aclaró también que “si no hay síntomas, no es necesario que (quienes hayan regresado de la zona afectada, o tengan trato con recién llegados de allí) contacten al sistema de salud”. Por disposición ministerial, se trata de una “enfermedad de notificación obligatoria” (se detecte en el sistema de salud público o privado, el caso debe ser informado a las autoridades sanitarias estatales), por lo que Ocaña se mostró optimista ante la posibilidad de llevar registros fidedignos.