El gobierno nacional ratificó ayer la convocatoria al diálogo. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, la calificó de “amplia y generosa”, aunque admitió no tener instrucciones precisas de cómo se instrumentará el diálogo. “Esperemos a que estén los trazos gruesos de los tres temas, electoral, económico y social, y tendremos una cancha más o menos marcada como para trabajar”, dijo. El ministro del Interior, Florencio Randazzo (foto)estimó que “algunas demandas de sectores no son incompatibles en términos generales con los objetivos que buscamos”, y resaltó que “estarán representados sectores vinculados a la producción, la industria, el campo, las finanzas, las empresas de servicios públicos, los trabajadores”. “La democracia necesita fortalecerse”, dijo Randazzo en referencia a la propuesta oficial de llevar al Congreso un proyecto de reforma política. “No hay posibilidad (de hacerlo) sin partidos sólidos, y una de las cuestiones centrales es cómo seleccionamos los candidatos”, agregó. “Habíamos avanzado mucho, pero a veces no se dan las condiciones porque hay que tener consensos”, dijo Fernández. Consultado sobre sectores que condicionarían su participación a la presencia en el Gobierno del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, Fernández dejó en claro que “en ningún lugar del mundo un secretario de Estado hace lo que se le antoja”, sino que actúa “porque alguien le ha dado instrucciones”. “Los temas de precios, desabastecimiento, importaciones y exportaciones pisan callos, y cuando uno le pisa los callos a alguien, siempre va a gritar”, concluyó.