No se sabe quiénes irán a la segunda ronda del diálogo político, pero lo que seguro ningún opositor quiere perderse es la chance de polemizar públicamente sobre el eventual fracaso de la convocatoria. Ahora fue el turno de Felipe Solá, quien sostuvo que “la Presidenta, a través de (Florencio) Randazzo, nos está tomando el pelo”. El ministro del Interior criticó, a su vez, la “actitud permanentemente pesimista” de los dirigentes opositores y propuso “tener más memoria, porque si no volvemos al pasado”.

Desde que, a mitad de la semana, la UCR dio por terminado el diálogo con un comunicado de prensa en el que se quejó de la falta de respuesta a los planteos que llevó a la Casa Rosada, los cruces entre el Gobierno y la oposición fueron levantando temperatura. Ayer Randazzo cargó directamente contra el titular del radicalismo, Gerardo Morales, uno de los firmantes del comunicado. “El radicalismo está en manos de Morales, que fue ministro del Gobierno de (Fernando) De la Rúa”, recordó el funcionario, quien pidió en ese sentido tener “responsabilidad”.

Randazzo agregó que “ahora es posible trabajar mirando hacia adelante sin ninguna especulación en relación con el 2011 porque falta mucho tiempo. Tenemos la obligación de consolidar lo que hemos logrado en los últimos años; ése es el desafío”. El ministro del Interior reconoció que “quedan muchísimas cosas pendientes” para resolver, como “la pobreza, los puestos de trabajo”, pero preguntó: “Sinceramente, ¿hemos hecho todo mal? Yo creo que no”.

La idea del Gobierno es comenzar la segunda ronda del diálogo dentro de dos semanas, ya que todavía debe concluir la primera ronda de conversaciones con todos los partidos que tienen representación parlamentaria. Con ese propósito ya comenzó a enviar las nuevas invitaciones con la idea de avanzar en esta nueva etapa en el diseño de la reforma política.

Solá, sin embargo, relativizó la posibilidad. “Ahora recibimos una nueva invitación del ministro, que querrá seguir discutiendo la reforma, pero vemos que el Gobierno hace anuncios por el otro lado”, se quejó.

El ex gobernador bonaerense está en un momento en el que necesita protagonismo porque se prepara para tratar de instalarse como candidato a presidente para el 2011. El próximo sábado encabezará un plenario del “felipismo” en el Sindicato de Trabajadores Municipales de Luján, que sus colaboradores definieron como un “cuasi lanzamiento”. Ayer, el diputado electo de Unión-PRO argumentó que desde la Casa Rosada “no hicieron nada” con las propuestas que llevaron a la mesa de diálogo. “Nosotros allí discutimos, le dijimos lo que pensábamos de la pobreza, de los planes para combatirla, dijimos ‘llámennos de nuevo para afinar esos temas, a nosotros y al resto de la oposición’, pero la verdad es que no hicieron nada de eso.”

Solá se diferenció de Elisa Carrió, quien desde el comienzo rechazó la invitación a participar de las conversaciones. “No coincido con Carrió, uno debe ir porque si uno de entrada no va, está uno rompiendo el diálogo. Debe ir porque lo peor que le puede pasar es perder el tiempo, y eso no es tan grave.”

El ex gobernador formuló estas declaraciones un día después de que Francisco de Narváez diera por “moribundo” al diálogo convocado por el Gobierno, aunque el empresario consideró, de todos modos, que el diálogo “se puede retomar”, mientras que Solá se mostró más duro y dio prácticamente el tema por terminado. Con el PJ disidente y la UCR hablando del fracaso del diálogo, la pregunta es si la Casa Rosada podrá realizar la segunda ronda de conversaciones, en qué términos y con quiénes. Otras figuras del peronismo no kirchnerista, como el ex gobernador salteño Juan Carlos Romero, también se sumaron al coro de los que apuestan por el final del diálogo.