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“El 20 de abril la elección no se podía hacer porque es Pascua. Y usted ya sabe que es Pascua de Resurrección, así que por cábala no podíamos invocar la resurrección de ningún riojano”, bromeó el funcionario en la Casa de Gobierno. Más allá del chiste, las fechas firmadas ayer entre el Poder Ejecutivo y la mayoría de los gobernadores –27 de abril primera vuelta, 18 de mayo la segunda, si es necesaria– le vienen a Eduardo Duhalde como anillo al dedo: el nuevo presidente sería elegido una semana antes de la entrega del gobierno, lo que significa que no habrá un político más poderoso que él hasta casi el momento en que abandone la Casa Rosada. El cronograma se votaría esta semana en el Congreso y las internas pasarán a ser organizadas por cada partido. El radicalismo mantendría la fecha del 15 de diciembre y el PJ –la interna clave– barajaba anoche el 2 de marzo o el 23 de febrero como los domingos más probables para la confrontación entre sus candidatos.
El primer paso que deberá dar el andamiaje firmado ayer es la votación en la Cámara de Diputados y en la de Senadores (ver aparte). La lógica indica que, tal vez con algunas discusiones, la mayoría justicialista-radical-provincial juntará los 129 votos que necesita en Diputados y los 37 necesarios en el Senado para aprobar el cronograma que incluye las fechas acordadas ayer.
En el Congreso Nacional deben votar tres cosas.
- Lo primero será aceptar la renuncia de Eduardo Duhalde con fecha 25 de mayo de 2003.
- El segundo elemento es modificar la Ley de Acefalía de manera que se permita que, en caso de renuncia, enfermedad o muerte de un presidente, pueda asumir un presidente electo. Hasta ahora, la Asamblea Legislativa sólo podía designar un gobernador, un diputado o un senador. Con ello, quien gane en los comicios puede gobernar lo que falta hasta el 10 de diciembre de 2003 y luego cumplir con su mandato hasta diciembre de 2007.
- El tercer punto es la suspensión de la aplicación de Ley de Internas Abiertas por esta única vez, con lo cual cada partido podrá y deberá organizar las internas de acuerdo a su carta orgánica y a la decisión de sus dirigentes.
Si estas tres normas se votan, el viceministro del Interior, Christian Ritondo, esbozó ante este diario un cronograma con las siguientes fechas:
- 25 de febrero, sesenta días antes de la elección, se cierra el plazo de inscripción de alianzas. No es una fecha tan decisiva, pero puede pensarse que las alianzas serían muy distintas si en la interna del PJ gana Adolfo Rodríguez Saa o Néstor Kirchner o Carlos Menem o José Manuel de la Sota. Por ello, en el justicialismo anoche se decía que tal vez el candidato presidencial tiene que estar elegido antes de esa fecha como para que haga la alianza con la que esté más de acuerdo.
- 8 de marzo, cincuenta días antes de la elección, se cierra el plazo de inscripción de los candidatos para los comicios presidenciales. Eso significa que antes de ese día, tienen que estar terminados los procesos de internas de todos los partidos.
- 27 de abril, primera vuelta de la elección presidencial.
- 18 de mayo, segunda vuelta o ballottage, en caso de que el ganador de la primera no sacara más del 45 por ciento de los votos o si sacando más del 40 por ciento le sacó 10 puntos de ventaja al segundo.
- 25 de mayo, se concreta la renuncia de Duhalde y la entrega del gobierno.
Este cronograma –siempre que sea aprobado en el Congreso Nacional– marca la cancha para las internas partidarias que de todas maneras serán organizadas y financiadas por cada una de las fuerzas políticas.
Hasta el momento, hay tres partidos que han anunciado internas:
- Acción para la República, para el 8 de diciembre.
- La UCR, que elegirá su candidato el 15 de ese mes.
- El PJ, cuyo último congreso realizado en Obras Sanitarias fijó el 19 de enero. Como se sabe, el menemismo y el adolfismo desconocieron ese cónclave, pero Duhalde impuso una mayoría.
Anoche, el apoderado nacional del PJ, Jorge Landau –designado por el sector de Duhalde–, señaló a este diario que habrá un nuevo congreso partidario, tal vez el 6 o 7 de diciembre . Allí posiblemente se establezca una nueva fecha. Las alternativas son dos:
- Lo más probable es que sean el 2 de marzo de 2003, con tiempo suficiente para inscribir al candidato ganador en el plazo previsto que es el 8 de marzo.
- Pero también podría hacerse la interna el domingo anterior, 23 de febrero, que incluso le daría 48 horas al elegido del PJ para determinar si quiere hacer alguna alianza. El plazo de inscripción de alianzas cierra el 25 de ese mes.
De todos los ingredientes que surgen del cronograma que se está dando a luz, el que más le gusta a Duhalde es que las elecciones se harán muy cerca de la fecha en que dejará el poder. Si la interna, por ejemplo, se concretara el 19 de enero, como fijó el último congreso partidario, quien la gane compartirá una enorme cuota de poder con Duhalde por más de cuatro meses. En cambio, si se hace el 2 de marzo, el tiempo se reduce mucho y, además, el candidato tendrá que estar concentrado en la elección nacional, más aún teniendo en cuenta que enfrente estará Elisa Carrió y seguramente uno o más peronistas que no participarán en la interna.
La gran objeción a hacerle al cronograma surgido ayer es que, si como todo indica, hay segunda vuelta, casi no habrá transición. El nuevo presidente no tendrá ni un día para festejar porque deberá designar el gabinete de inmediato y los ministros entrantes no tendrán tiempo para preguntarles a los ministros salientes cuáles son los problemas, dónde están los papeles, ni con qué botón se llama a la secretaria.