EL PAíS › LOS DIFERENTES MOTIVOS DE LOS GOBERNADORES
“Entre la espada y la pared”
Por Felipe Yapur
“Teníamos que firmarlo. Acá ninguno es (León) Trotski. Hay que arreglar con el FMI porque es la única manera que nos llegue guita y así volver previsibles a las provincias.” La confesión corresponde a un gobernador justicialista de una provincia del extremo norte del país. Incluso, el mandatario no dudó en afirmar que su frase desnuda las verdaderas razones por las cuales decidieron acompañar a Eduardo Duhalde en esto que consideran “el apriete final del Fondo”. Acompañamiento que también se traducirá en la definición de la interna partidaria.
El resultado del encuentro de ayer arrojó un dato que no puede ser considerado menor. El documento que firmaron en Olivos demostró que el ex presidente y precandidato Carlos Menem ya no cuenta con el predicamento de antaño. Diez de los catorce mandatarios del PJ acompañaron el texto al que pomposamente denominaron “Acuerdo Político, Económico y Social”. La razón, dicen, la expresó el domingo en la residencia presidencial el cordobés José Manuel de la Sota ante una conversación mantenida con el salteño Juan Carlos Romero: “No lo quiere la embajada”. Obviamente se refería a la estadounidense.
Así como los gobernadores del PJ ya saben que a Menem no lo quiere la representación diplomática norteamericana, también saben lo que esperan de ellos. “No tenemos otra alternativa, estamos entre la espada y la pared. Tenemos que aceptar lo que nos piden”, reflexionó ante este diario otro mandatario justicialista y agregó: “Es el apriete final”. Si bien reconoce que este apriete los obligará a tomar medidas que son de carácter impopular, se justifica diciendo que “por lo menos llegará el dinero que necesitamos para tranquilizar nuestras provincias”.
Estas pueden ser consideradas las razones por la que los gobernadores del PJ –otrora fieles seguidores del ex presidente riojano– terminaron desoyendo los flamígeros conceptos que tanto los menemistas Romero y Angel Maza de La Rioja vomitaban en sus oídos sobre la propuesta duhaldista. “Es que el Turco crece con el conflicto social, pero a nosotros, los que manejamos las provincias, no nos conviene”, indicó un mandatario que tiene la crisis social de su provincia en las tapas de los diarios.
Es por ello que cuando la decena de mandatarios rubricó el acuerdo, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, suspiró aliviado y dijo: “Ganamos”. Para el funcionario lo que se consiguió ayer es todo ganancia. Tanto él como el resto del duhaldismo consideran que hasta la nueva fecha de elecciones acordada sirve para complacer al Fondo y generar así una nueva posibilidad de conseguir el tan cacareado acuerdo, pero también para resolver a su gusto la complicada interna partidaria.
En cuanto a lo primero, los gobernadores del PJ opinan en el mismo sentido que el Presidente: “Si les dejamos bien en claro cuándo se va Duhalde y cuándo llega el nuevo presidente, los del Fondo podrán aflojar un poco con nosotros y firmarán la carta intención”. Sobre la resolución de la interna también: “Si apostamos nuevamente al neoliberalismo, que expresa Menem, terminaremos con (Elisa) Carrió o (Luis) Zamora en la Rosada”. Tanto coincidieron, que durante los dos días de reuniones no se habló oficialmente de la fecha de comicios internos. De todas formas, ya nadie las tiene agendadas para el 19 de enero y miran con entusiasmo el mes de marzo.
Duhalde caracterizó lo realizado ayer por los gobernadores como una “actitud patriótica”. Los mandatarios, en cambio, prefirieron decir en voz baja que era el único camino que les quedaba. Y se preocuparon en aclarar que si firmaron el acuerdo y consensuaron la nueva fecha de elecciones presidenciales, no significó necesariamente un alineamiento liso y llano detrás de la figura presidencial: “Lo que pretendemos es darle certidumbre al proceso electoral y a la negociación con el Fondo. Después, en lo que respecta al partido las negociaciones continuarán hasta tanto se resuelva la cuestión de la candidatura presidencial”.