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Aislado y furioso, Menem denunciaÿÿmanipuÿÿción”

l ex psidente volvió a quedar aislado, ya que sólo logró que cuatro provincias se negaran a suscribir el acuerdo con Duhalde. En su estado mayor preparan una ofensiva y hasta piensan en otra denuncia en la CIDH.

 Por Diego Schurman

Otra vez quedó aislado. Pero ni así Carlos Menem se privó de equiparar a Eduardo Duhalde con un “dictador” que, como tal, ignora las reglas democráticas. Lo hizo al entender que el Presidente desconoció el fallo judicial que ya había fijado un cronograma electoral, muy distinto al que acordó ayer con la mayoría de los gobernadores peronistas y radicales. “Yo quiero que la gente vote, Duhalde es el que se resiste”, dijo el ex mandatario.
La bronca de Menem es entendible desde su debilidad. Sólo cuatro provincias no se avinieron al acuerdo económico, político y social. Una es La Rioja, santuario menemista. La otra Salta, que la gobierna su compañero de fórmula Juan Carlos Romero. La tercera es La Pampa, de Rubén Marín, a esta altura jugado con el ex presidente. Y la última es San Luis, que responde a Adolfo Rodríguez Saá, hoy tan lejos de Duhalde como de Menem.
El resto de los distritos puso su firma al nuevo cronograma electoral, que no sólo pateó las generales del 30 de marzo al 27 de abril sino que abrió dudas sobre la realización de las internas. En la Casa Rosada quieren que éstas se realicen en los primeros días de marzo y no el 19 de enero.
“En un país con el 52 por ciento de pobreza y una sociedad harta, angustiada y desesperanzada, el designado Presidente de la Nación ha decidido dejar de gobernar para manipular al mejor estilo dictatorial el proceso electoral”, dijo Menem.
El ex mandatario sintió el impacto de no controlar ya ninguna agenda. Y por eso dejó que su férula caratulara el acuerdo de 12 puntos firmado ayer como una “remake del pacto bonaerense”. En buen criollo: el restablecimiento de la alianza Duhalde–Alfonsín para conservar cuotas de poder.
“Duhalde es el mismo presidente que, en forma ininterrumpida, modifica perversamente los llamados a elecciones que él mismo impulsa. Es el mismo presidente que, con sus socios radicales, ha decidido ignorar a la Justicia”, señaló en un comunicado. Y agregó: “¿quién, en su sano juicio, puede suponer que ante semejante escenario de autoritarismo, manipulación y contubernio, se puede lograr un acuerdo?”.
El texto tomó cuerpo en el porteño Hotel Presidente, donde Menem se reunió con Romero y otros miembros de su equipo de campaña, como Alberto Kohan y Eduardo Bauzá.
La letra de molde también abundó en formalidades: por ejemplo, se desconoció el entendimiento alcanzado ayer por la mayoría de la dirigencia política. Y, de paso, se amenazó con una nueva presentación ante la Organización de Estados Americanos por “avasallamiento de las reglas democráticas”. En la cruzada participaría la veintena de diputados menemistas. El objetivo: solicitar veedores para verificar in situ el “manoseo de la justicia”, según palabras de un menemista todo terreno.
Pero desde el punto operativo, algo que no traslució en el escrito, se decidió contraatacar con todo tipo de demostraciones de fuerza. El puntapié inicial será hoy, en Costa Salguero, en un plenario nacional de dirigentes de su corriente.
Menem cerrará el acto con una arenga contra el “corralito duhaldista”, una figura con la que busca demostrar que muchos gobernadores no coinciden con el Presidente pero le dan su guiño simplemente para no ver sancionada económicamente a su provincia. “Los gobernadores están siendo extorsionados y por eso llegan a esta situación”, atizó el hipermenemista Javier Mouriño, relativizando el revés de su jefe.
Aun así, el menemismo encontró un argumento extra para rechazar el cambio de cronograma: el de la adhesión de la gente. Basado en algunas encuestas, que en la interna del PJ lo ubican segundo detrás de Rodríguez Saá, Menem aseguró que cualquier modificación de los tiempos electorales debe contar con su aval, caso contrario carecería de seriedad. Como si fuera poco, recordó que el giro de dinero fresco del Fondo Monetario a Brasil se logró luego de un consenso que no sólo contempló al presidente Fernando Henrique Cardoso sino también al entonces candidato y ahora mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva.
Los menemistas no descartan volcar toda esta argumentación en una solicitada que se publicaría esta misma semana en los medios. “Duhalde primero rompió las reglas económicas, destrozando el uno a uno, y ahora se empeña en romper las reglas democráticas, desconociendo un fallo judicial que ya fijó internas para el 15 de diciembre en un proceso electoral que debía culminar el 30 de marzo con elecciones generales”, señaló Mouriño.

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Para el ex presidente Carlos Menem, la firma del acuerdo con la mayoría de las provincias fue un nuevo revés.
 
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