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Felipe Solá dio otro paso para consolidar su liderazgo parlamentario en el peronismo disidente. Ayer, legisladores de diez provincias encumbraron al bonaerense como el presidente del bloque del Peronismo Federal en la Cámara baja que comprenderá a unos 30 diputados en total. El entramado que impulsó a Solá también incluyó una propuesta para seducir a su socio político Francisco de Narváez y evitar una fractura: Alfredo Atanasof, un hombre de confianza del empresario multi media, será el candidato del PJ antikirchnerista para ocupar la vicepresidencia segunda de la Cámara baja con el respaldo de casi todo el arco opositor.

Después de varios encuentros, debates y discusiones, Solá logró su objetivo. En un local porteño de la línea política que encabeza la también diputada electa Claudia Rucci se selló el acuerdo que nuclea a gran parte del peronismo disidente pero que no logró incluir a todos. La presidencia del bloque “único” para Solá fue respaldada por los diputados santafesinos que responden a Carlos Reutemann, los puntanos que reportan a los hermanos Alberto Y Adolfo Rodríguez Saá y los salteños de Juan Carlos Romero.

El pacto incluyó también el reparto de los demás cargos. La vicepresidencia del bloque quedó en manos de diputada electa Celia Arena, una de las principales colaboradoras del Lole en el Senado. La vice segunda fue para el cordobés César Albrisi, alineado con los puntanos. En tanto, la secretaría parlamentaria de la bancada será ocupada por el mendocino Enrique Thomas que llegó a la Cámara de la mano del cobismo, y la secretaría administrativa por la salteña Beatriz Daher. El resto del bloque también reúne a legisladores de Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Misiones, Río Negro y Córdoba.

Pero quedaron fuera del acuerdo la ahora disidente Graciela Camaño, a la que el propio Eduardo Duhalde había propuesto como jefa de bloque y prenda de unidad dentro de ese espacio. Así como el salteño Marcelo López Arias, y los diputados pampeanos y chubutenses que llegan al Congreso distanciados del kirchnerismo, a quienes Solá quiso tentar sin suerte.

Aunque el otro gran logro de Felipe fue retener a De Narváez y evitar su fuga del nuevo bloque. Después de la pelea entre ambos por los cargos en la legislatura bonaerense, donde De Narváez impuso a sus hombres, la sociedad parecía al borde de la fractura. Fue entonces que Solá propuso al empresario como el candidato del espacio para ocupar la vicepresidencia primera de la Cámara. De Narváez la rechazó, pero propuso para ese cargo al ex jefe de Gabinete de Duhalde, Alfredo Atanasof.

De Narváez privilegió así su proyecto provincial y dejó a Solá el protagonismo nacional al que el ex gobernador aspiraba. Su adhesión al nuevo bloque fue ratificada por voceros del empresario, que desmintieron que hubiera distanciamientos entre los socios que, sin embargo, algunos de ellos reconocen en privado. En ese sentido no desconocieron la tensión que generó la disputa por los cargos en la Legislatura bonaerense.