Con las bandejas del recinto del Senado colmadas de familiares y militantes partidarios, juraron ayer como senadores 23 de los 24 candidatos electos el 28 de junio. Los nuevos representantes de ocho provincias –Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chubut, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán– renuevan así un tercio de la Cámara alta a partir del próximo 10 de diciembre. Entre los que llegan y los que mantienen sus bancas, diez irán al bloque de la UCR y otros tres son parte del ACyS; seis se incorporarán al oficialista Frente para la Victoria, y tres al PJ disidente; mientras que los dos peronistas pampeanos harán rancho aparte, igual que la única chubutense que responde al díscolo gobernador Mario Das Neves. Dos de los debutantes se hicieron oír ante los periodistas: el cordobés Luis Juez criticó duramente al gobierno nacional y el correntino Eugenio “Nito” Artaza defendió al gobernador radical electo Ricardo Colombi, que volvió a alinearse con el kirchnerismo.

Con 45 minutos de retraso, el vicepresidente Julio Cobos tomó el juramento a los nuevos senadores. Tres gobernadores presenciaron la ceremonia: Das Neves, el mendocino Celso Jaque y el tucumano José Alperovich, cuya esposa deja la Cámara baja y juró como senadora. Otro tucumano, el ministro de Salud, Juan Manzur, fue el único representante del Ejecutivo en la ceremonia.

Por orden alfabético, por provincia primero y por apellido después, uno a uno juraron los 23 senadores. Sólo faltó la juecista cordobesa Norma Morandini, de viaje por Israel. La mayoría juró por “la Patria, Dios y los Santos Evangelios”. Cuatro lo hicieron por “la Patria y Dios”, pero no por la fe católica, como la tucumana Beatriz Rojkes de Alperovich, que lo hizo sobre la Torá que sostuvo su padre. Tres lo hicieron sólo “por la Patria”: Juez, la cobista mendocina Laura Montero y el socialista santafesino Rubén Giustiniani.

Los más entusiastas fueron los radicales, aunque cada corriente interna lo hizo a su manera. Los catamarqueños festejaron la jura de Oscar Castillo y Blanca Monllau, tirando papel picado desde las bandejas. “Parecemos arbolitos de Navidad”, soltó la fueguina María Díaz, mientras miraba a los senadores que estaban a su alrededor. Pero la situación incomodó a la bonaerense Hilda “Chiche” Duhalde: “Déjense de joder, muchachos”, dijo en voz alta con la mirada puesta en las bandejas y se retiró a resguardo. El ex senador Hipólito Solari Yrigoyen cruzó el recinto para saludar a su comprovinciano Mario Cimadevilla, que llegó al Senado por la UCR chubutense. Montero juró rodeada de su familia y se emocionó cuando saludó a Cobos, de quien es una de sus principales espadas parlamentarias. Recostado sobre uno de los cortinados que bordean la presidencia del Cuerpo –donde sólo lo podían ver quienes estaban cerca de las bancas–, Enrique “Coti” Nosiglia siguió con atención la jura de su amigo, el cordobés Ramón Mestre hijo.

Minutos antes, el bloque radical había elegido sus nuevas autoridades tejiendo un entramado para contener a todas las líneas internas. El jujeño Gerardo Morales –que dejará la conducción partidaria– asumió la presidencia del bloque, el chaqueño Roy Nikisch será el vice, la cobista Montero se desempeñará como secretaria de la bancada y el nosiglista pampeano Juan Carlos Marino es candidato a ocupar el cargo más importante que consiga la oposición en la conducción de la Cámara alta. Los radicales no descartan quedarse con la presidencia provisional, a cargo de José Pampuro.

En el peronismo también hubo distintas señales. Das Neves saludó calurosamente a Graciela Di Perna, la única senadora que le responde. El otro senador chubutense por el PJ, Marcelo Guinle, se quedará en el bloque oficialista, pero sorprendió con un abrazo al gobernador de su provincia, quien respondió, aunque con menos entusiasmo. Carlos Reutemann y Roxana Latorre volvieron a saludarse afectuosamente después del escándalo que rompió la unidad del bloque Santa Fe Federal –que conformaban sólo ellos dos– y hasta intercambiaron palabras con los familiares de cada uno. “¡Epa!”, soltó un sonriente Reutemann cuando desde el palco algunos empezaron a corear “¡Lole, Lole!”. El pampeano Carlos Verna, que armará un bloque aparte del kirchnerismo, también tuvo hinchada propia.

Tras la ceremonia, sólo unos pocos de los debutantes enfrentaron cámaras y micrófonos. Fueron los más duchos en esas lides. “Tuvo que venir a Buenos Aires y hacer relaciones públicas”, dijo Nito Artaza para justificar a Colombi, en cuya lista llegó al Senado.

“No pueden gobernar por DNU y ATN, el Gobierno tiene que entender que este no es el fin, su mandato termina en 2011”, dijo un verborrágico Juez sobre el cambio de correlación de fuerzas en el Congreso y después se despachó con una humorada: “Cuando estuve ahí adentro (en el recinto) parecía Jurassic Park, están acá desde hace muchísimos años. No sé cuánto voy a aguantar porque acá todos desayunan con bronce”.