“Lo que define la relación entre dos países no es lo que dice una persona”, sostuvo anoche el diputado demócrata Eliot Engel luego de reunirse con la presidenta Cristina Kirchner en la Casa Rosada. La frase de Engel fue en respuesta a una pregunta sobre los dichos del nuevo funcionario de la gestión Obama para la región, Arturo Valenzuela, acerca de una supuesta “inseguridad jurídica” que dificultaría la llegada de inversiones al país. Además de ser el titular del Subcomité para América latina de la Cámara baja, Engel es un legislador cercano al presidente norteamericano por lo que con sus declaraciones en el Gobierno consideraban que se podía dar por cerrado el nuevo capítulo de turbulencias bilaterales.

“Agenda positiva”, era la frase que predominó ayer durante el paso de los congresistas norteamericanos por la Casa Rosada y la Cancillería. “Está claro que esta visita es un hecho positivo y un gesto de amistad”, definía el canciller Jorge Taiana luego de conversar con los diputados. Y lo “positivo” –podía deducirse– tenía como contrapartida el saldo “negativo” que dejó el paso de Valenzuela, a mediados de diciembre, quien no sólo habló de inseguridad jurídica sino que incluso dijo que mejor clima para los negocios había encontrado cuando vino al país en 1996, en pleno menemismo.

La salida de Valenzuela generó el rechazo del Gobierno, incluyendo una queja de Taiana a la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Desde el Departamento de Estado hubo alguna declaración conciliadora, gesto que ayer se complementó con el carácter amistoso que tuvo la visita de los legisladores. Junto al neoyorquino Engel llegaron Lynn Woolsey (demócrata por California), Shelley Berkley (demócrata por Nevada), y Pedro Pierluisi (demócrata por Puerto Rico), además del subsecretario adjunto de Asuntos Hemisféricos, Christopher McMullen.

“Por supuesto discutimos ese tema (las declaraciones de Valenzuela), entre otros muchos temas, y más allá de lo que haya dicho cada quien, lo importante es avanzar juntos hacia el futuro y concentrarnos en mejorar la relación entre Estados Unidos y Argentina”, reveló Engel, en la conferencia de prensa posterior al encuentro con la Presidenta.

McMullen –que en los hechos es el segundo de Valenzuela en el área– no hizo declaraciones públicas, pero a todos sus interlocutores buscó dejarles en claro que, con aquellas frases, el chileno nunca pretendió dar una definición política sino que se limitó a reproducir cosas que había escuchado en los encuentros que había mantenido.

Del encuentro en la Casa Rosada también participaron los embajadores Héctor Timerman y Vilma Martínez, y recorrió casi todos los puntos de contacto de la relación bilateral desde el conflicto en Medio Oriente hasta las próximas reuniones del G-20.

“Soy un firme defensor de fortalecer los vínculos bilaterales entre ambos países”, sostuvo Engel, perteneciente al ala más de izquierda de los demócratas y un asiduo visitante en la región. Incluso, ya había mantenido más de un encuentro con la Presidenta, aunque tal vez éste haya sido el de mayor trascendencia dado el clima previo. “Fue una excelente reunión, alentadora y franca, en donde cada uno pudimos hablar sobre nuestros intereses y sobre todos los asuntos referidos a la relación bilateral”, agregó el legislador.

Cerrado ya el paréntesis en la relación bilateral, ahora quedará esperar si la cosa marcha. La Presidenta tendrá mejores indicios en abril, cuando vuelva a cruzarse con Barack Obama, esta vez en la cumbre que se realizará en abril en Washington sobre energía nuclear. Cristina Kirchner participará por una expresa invitación del jefe de la Casa Blanca y hasta el momento del viaje volverán a circular las versiones sobre un posible encuentro entre ambos.