Ricardo Alfonsín ya no parece estar apurado en dirimir con Julio Cobos quién de los dos encabezará la fórmula del radicalismo en las presidenciales del año que viene. “Es mejor decidir en agosto”, planteó ayer el hijo del ex presidente. La propuesta de aplazar la definición de la candidatura hasta las primarias abiertas previstas para ese mes difiere del planteo inicial del alfonsinismo, de realizar una interna radical en marzo próximo.

La idea de Alfonsín de enfrentar a Cobos cobró impulso tras su triunfo en la interna del radicalismo bonaerense. El vicepresidente siempre propuso que la disputa se diera en el marco de las internas abiertas del mes de agosto sobre la base del cálculo de que él tiene más llegada fuera de la UCR y que su adversario tiene mayor apoyo de la estructura partidaria. Lo mismo especulaba el alfonsinismo y de ahí el planteo de un duelo puertas adentro del radicalismo en marzo.

Las declaraciones de ayer de Alfonsín sobre la ventaja de “decidir en agosto” implican un giro. “Es un espacio, un frente que debe garantizar a cada uno participar democráticamente en una elección donde voten todos los afiliados y los independientes”, fundamentó el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados.

La idea de “frente” caló más hondo en el alfonsinismo a partir del acercamiento que de un tiempo a esta parte se produjo entre el hijo del ex presidente y los socialistas, en particular con Hermes Binner. “Sería una desconsideración de mi parte hacia el resto de las fuerzas”, respondió ayer Alfonsín cuando le preguntaron si compartiría la fórmula presidencial con el gobernador de Santa Fe. Aunque no lo diga, ése es su objetivo. Con Elisa Carrió fuera de su espacio, de un lado del tablero quedarían Alfonsín y Binner, y del otro Cobos.

También de Carrió habló Alfonsín y no para prodigarle elogios. Por el contrario, consideró que es “injusta” con sus críticas al radicalismo. “No creo que seamos lentos; las cosas en política son complejas y todas difíciles, por eso es necesario reflexionar”, retrucó y sostuvo que “la búsqueda de consenso lleva un tiempo mayor que el decisionismo, pero los resultados son más saludables y más previsibles”. De todos modos, le formuló una nueva “invitación” al diálogo para recomponer el vínculo.