Dos días de paro docente bastaron para que Mauricio Macri perdiera el tono relajado que tuvo durante su viaje por Europa. “No trabajaron, no van a poder cobrar”, sentenció el jefe de Gobierno, al anunciar que ordenará que se les descuenten los días de huelga a los profesores. El titular de UTE-Ctera, Eduardo López, advirtió que el descuento es ilegal y que existen fallos en contra de la gestión PRO en la Justicia por ese tema. Ante el anuncio, desde la oposición porteña indicaron que el líder de PRO no muestra vocación de resolver los conflictos, ni para dedicarse al diálogo y al consenso. “Macri genera crispación”, advirtieron.

Según pudo saber este diario, la medida de descontar los días no fue consultada con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, quien se enteró de la orden del jefe de Gobierno por los medios. “El gobierno está en todo su derecho de no pagar si no van a trabajar”, interpretó Macri, sin más. “No se entiende que exista la necesidad de parar, menos si me estoy reuniendo con la mesa de representantes de los docentes una vez cada 15 días”, afirmó Bullrich, aunque los gremialistas indicaron que él les comunicó que no habría reapertura de las negociaciones. En la gestión PRO evaluaron que el paro tuvo un 80 por ciento de acatamiento en las bases y un 50 por ciento en los cargos directivos. También indicaron que, según las mediciones del Ministerio de Educación porteño, en las escuelas privadas tuvo sólo un 5 por ciento de adhesión.

En tanto, desde los sindicatos afirmaron que la adhesión fue del 97 por ciento el primer día y del 98 por ciento ayer, mientras que el último paro del 24 de agosto había tenido un 95 por ciento. Se sumaron a la medida de protesta los 17 gremios docentes porteños. En total, desde el comienzo de la gestión PRO, hicieron 18 días de paro. “Es más de lo que hicimos desde el comienzo de la democracia, con los gobiernos de Grosso, De la Rúa, Ibarra. Quien provoca los paros es este jefe de Gobierno. El responsable es Macri”, advirtió el secretario general de UTE-Ctera, Eduardo López, mientras marchaba junto a los estudiantes. “No queremos ser cómplices pasivos del vaciamiento de la educación pública, preferimos alzar nuestra voz”, sostuvo López ante Página/12.

“El descuento en la ciudad es ilegal, porque hay fallos en primera instancia y en la Cámara en lo Contencioso Administrativo que dicen que no corresponde descontar los días cuando el paro no fue declarado ilegal por la Justicia”, detalló el dirigente gremial, quien indicó que “la única actitud de Macri es sancionar la lucha docente y desviar el eje del tema, que es el aumento del presupuesto educativo. La solución no son los descuentos, sino mejorar las escuelas y los salarios”.

Los 17 gremios reclaman una actualización del aumento anual, que lo lleve al 30 por ciento. Además exigen que se adelante el cronograma de pagos. Los docentes piden también que se paguen los salarios en tiempo y forma y denuncian que en algunos casos los suplentes o interinos tardan hasta ocho meses en cobrar, por lo que hay poca demanda para ocupar esos cargos. Los sindicalistas también advirtieron que con la implementación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) creció la matrícula y el gobierno porteño debería encarar soluciones para los problemas edilicios, sobre todo en la zona sur, donde falta construir escuelas.

“El paro fue masivo, contundente. No digo exitoso, porque exitoso es dar clase –indicó López–. Pero cuando no nos queda otra alternativa, paramos por un aumento salarial, estabilidad de los docentes de media y superior, jerarquización de los cargos directivos y mejoramiento integral de la infraestructura edilicia. Los estudiantes piden que se aplique la ley. Quien no está cumpliendo la ley es el ministro.” De paso, López recordó que aún no entregaron a los estudiantes El diario de Ana Frank, que el Ministerio de Educación porteño se comprometió a repartir en las escuelas. Lo hizo luego de una polémica que surgió porque lo iban a eliminar de los títulos que se reparten gratis entre los estudiantes.

La decisión de Macri de descontar los días de paro a los docentes generó también cuestionamientos entre los opositores porteños. “A 34 años de La Noche de los Lápices, cuando los estudiantes militan en los centros de estudiantes y los docentes se suman al pedido de infraestructura, el jefe de Gobierno, Michetti y el ministro los tratan de piqueteros y los mandan a trabajar o les dicen que les van a descontar los días. El de Macri es de un nivel de provocación tan elevado que genera crispación”, consideró el jefe del bloque de Proyecto Sur, Fabio Basteiro. “Macri tendría que leer la Constitución Nacional, que garantiza el derecho a protestar. Está caldeando más los ánimos. Es irresponsable para con la solución del conflicto que él mismo generó, porque la infraestructura es una garantía que tendría que dar el Estado”, estimó la legisladora de la Coalición Cívica Rocío Sánchez Andía. El kirchnerista Francisco “Tito” Nenna consideró que “al macrismo le sobran recursos y le falta voluntad política para garantizar el derecho social a la educación, a la salud y a la vivienda”.

“Los conflictos se deben resolver con diálogo político y no acusando de vagos a los que hacen huelga”, interpretó el diputado de Diálogo por Buenos Aires, Aníbal Ibarra. “Macri toma el conflicto docente como una pulseada en lugar de resolverlo políticamente. En este camino, la situación se va a agravar y será responsabilidad exclusiva del gobierno.”