Domingo, 10 de abril de 2011 | Hoy
Tristan van der Vlis, de 24 años, abrió fuego con una ametralladora este sábado al mediodía en el supermercado de un centro comercial lleno de gente en Alphen aan den Rijn, en el oeste de Holanda, y mató a seis personas antes de suicidarse utilizando una segunda arma. “Hasta ahora hay siete muertos, incluyendo al autor de los disparos”, confirmó Bas Eenhoorn, el alcalde interino de esa ciudad, en conferencia de prensa. Eenhoorn agregó que el tiroteo también dejó “cuatro heridos muy graves” y al menos siete heridos leves. El tiroteo comenzó alrededor del mediodía en el centro comercial De Ridderhof, que estaba lleno de “familias con hijos que hacían compras”. El autor de los disparos fue “un hombre que tenía un arma automática” y que “abrió fuego contra la multitud (...), antes de quitarse la vida”. Los testigos dijeron que “era alto y estaba vestido con un pantalón de camuflaje”, contó una señora mayor a la televisión pública holandesa NOS. “Se movía sin prisa, matando a sangre fría”, aseguró la mujer, que estaba dentro del centro comercial cuando comenzaron los disparos. Van der Vlis, el asesino, era miembro de un club de tiro y tenía tres armas a su nombre, aunque no se sabe si usó alguna de ellas en este ataque. La policía hizo evacuar el centro comercial porque se había corrido la versión de que el atacante estaba acompañado por otras personas, en la misma actitud. La situación provocó pánico. “Es increíble que se haya producido semejante hecatombe en nuestra ciudad, en un día tan hermoso”, declaró Eenhoorn, quien presentó sus condolencias a las familias de las víctimas. El ministro de Justicia, Ivo Opstelten, habló de un “terrible drama”. La televisión estatal difundió imágenes del centro comercial, vacío de clientes y ocupado por numerosos policías, así como testimonios de personas que presenciaron el drama. La puerta del shopping estaba abierta, con los vidrios destrozados por los impactos de bala. Según testimonios, el tiroteo duró “de diez a veinte minutos”. Al comienzo se pensó que eran “fuegos artificiales”, comentó una joven, Hajam Leouesset, quien agregó que “enseguida se vio a gente corriendo por todos lados, y se les oía gritar. Luego vi a ese hombre, y había sangre por todas partes”. El atacante disparó a la redonda con una ametralladora, y luego “se suicidó con ayuda de otra arma”. Van der Vlis cayó cerca de las cajas del supermercado. La policía y la Justicia abrieron una investigación y están interrogando a los testigos para reconstruir los hechos. “A veces oímos que este tipo de cosas ocurren en el extranjero”, comentó Glenn Schoen, un experto holandés en terrorismo. “No esperábamos que se produjera en Holanda un baño de sangre así.”
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