La protesta busca la remoción de las nuevas autoridades.
Imagen: DyN.

Los alumnos de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini mantuvieron la toma del colegio. La medida de fuerza, que realizan en reclamo de la remoción de las actuales autoridades, fue ratificada ayer con asambleas en los tres turnos. De todos modos, los estudiantes aseguraron que esperan que se reanude el diálogo con la UBA –de la que depende la escuela–, aunque ésta ya advirtió que no habrá negociación si persiste la toma. Mientras, la conducción de la escuela informó que “se tomará asistencia y se garantizará el derecho a la educación para aquellos que no acuerdan con los métodos antidemocráticos y autoritarios de grupos minoritarios”.

La toma se reanudó este miércoles, después de una manifestación de padres, docentes y alumnos ante el Rectorado de la universidad. Allí llevaron su rechazo a la nueva administración del Pellegrini, conducida por el rector Jorge Fornasari, quien asumió en febrero pasado y acaba de pedir una licencia médica por un mes. En los últimos días, sus funciones las cumplió el vicerrector Raúl Juárez Roca.

“Las autoridades de la UBA no nos respondieron al pedido de democratización de la conducción del colegio, ni siquiera trataron el tema en el Consejo Superior”, dijo Diego Belaunzarán, del centro de estudiantes, explicando las razones de la ocupación. Sin embargo, precisó que los alumnos están “dispuestos a dialogar con la universidad, si nos convocan el lunes”. La mesa de diálogo abierta esta semana iba a continuar el próximo lunes, pero fue postergada por el Rectorado de la universidad tras conocerse la ocupación del colegio.

Por su parte, los docentes del gremio AGD –que también rechazan a Fornasari y su equipo– aclararon que no están en huelga, desmintiendo así la información vertida tanto por el Rectorado de la UBA como por las propias autoridades del Pellegrini. “No estamos de paro –dijo Julio Bulacio, de la AGD–. Es indudable que hay algún sector en el Rectorado de la UBA que no está interesado en que se avance en el diálogo y, como suele decirse, vendió carne podrida.”

Las autoridades del Pellegrini criticaron ayer, a través de un comunicado, que los alumnos volvieran a tomar el edificio ubicado en Marcelo T. de Alvear al 1800. Anunciaron que volverán a computarles faltas a los estudiantes –como al inicio del conflicto– y que se garantizará el dictado de clases, además de considerar que la protesta es llevada adelante por “grupos minoritarios que pretenden adueñarse del gobierno de la escuela y cuestionan los reglamentos que la rigen”.

La Secretaría de Comunicación de la universidad difundió ayer una carta de nueve docentes del Pellegrini criticando la toma estudiantil y abogando por “un clima de respeto” en la escuela. También difundió la carta de la madre de un alumno, Inés Sgalia, advirtiendo que la protesta obstaculiza “el derecho a la educación” de su hijo. Desde la Red de Madres y Padres, que presentó ante la UBA un petitorio con 700 firmas solicitando la remoción de Fornasari y sus colaboradores, admitieron su “preocupación” por la situación y exigieron “autoridades capaces de solucionar este conflicto”.