Agustín Rossi, Miguel Del Sel y Antonio Bonfatti debatieron y hoy se enfrentarán en las urnas.
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Las miradas estarán posadas hoy en Santa Fe. El cuarto distrito más poblado del país elegirá autoridades en un comicio en el que los resultados locales se extrapolarán al escenario nacional. Varios referentes de la oposición tienen previsto viajar a la capital provincial o a Rosario, para sacarse una foto con el que gane. Los protagonistas son tres: el favorito Antonio Bonfatti, delfín del actual gobernador Hermes

Binner, y representante del agonizante frente entre radicales y socialistas; el candidato PRO Miguel Del Sel, que aparece abajo en los sondeos pero creciendo a ritmo sostenido en las últimas semanas; y el kirchnerista Agustín Rossi, quien encabeza la boleta que agrupa a todo el PJ santafesino y buscará recuperar para el peronismo la gobernación que esa fuerza ejerció entre el regreso de la democracia y el 2007, cuando los socialistas se impusieron por primera vez.

Con un padrón de casi dos millones y medio de ciudadanos habilitados para emitir sufragio, Santa Fe concentra al 9 por ciento de los votantes nacionales. Es, además, una de las provincias donde caló más hondo el conflicto con las patronales rurales en 2008, y en las legislativas, un año más tarde, el Frente para la Victoria apenas arañó los diez puntos. Rossi se impuso en las internas del PJ, alineó a todo el partido detrás suyo y se muestra confiado en sus chances de ganar. Habrá que ver si los votantes de Rafael Bielsa y Omar Perotti en las primarias le responden: hoy los sondeos lo dan varios puntos abajo de Bonfatti, pero se descuenta que al menos duplicará su cosecha del 2009, un dato auspicioso pensando en las nacionales de octubre.

El socialista Bonfatti es ministro de Gobierno de Hermes Binner y peleó duro en las internas para llegar a candidato del Frente Progresista, Cívico y Social: en esa instancia derrotó al titular de su partido, el senador Rubén Giustiniani, y al intendente de la capital provincial, el radical Mario Barletta. El Frente, que gobernó durante cuatro años Santa Fe, está al borde de la ruptura por las distintas opciones que hicieron las fuerzas que lo componen hacia las presidenciales: en su seno conviven tres candidatos a la Rosada: el radical Ricardo Alfonsín, el mismo Binner como cabeza del Frente Progresista y Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica. Aunados por la necesidad de retener la provincia, muchos dudan de la sobrevida de su alianza mucho más allá de esta misma noche.

Miguel Del Sel interrumpió su carrera como humorista sólo para comenzar la campaña electoral. Miembro de Midachi, fue convocado por su amigo Mauricio Macri para que represente al PRO. Su candidatura parecía sólo testimonial, pero en las primarias sumó más de un cuarto de millón de votos (35 mil menos que Rossi, 57 mil menos que Bonfatti, el candidato más elegido en esa ocasión) y desde entonces ha comenzado a crecer, alimentado por votos de radicales que no quieren optar por Bonfatti y de peronistas que eligen no votar a un candidato de marcado perfil kirchnerista como Rossi. La victoria porteña del PRO hace quince días ayudó al envión y hoy está metido en la discusión.

Además de la gobernación, se ponen en juego 19 bancas de la Cámara alta provincial y medio centenar de lugares en la Cámara baja. También se definirán 43 intendencias, 367 bancas en Concejos Deliberantes y 4332 cargos comunales. Santa Fe es la primera provincia argentina donde se definen las candidaturas de las elecciones generales mediante primarias simultáneas, abiertas y obligatorias, un modelo muy similar al adoptado por la Nación a partir de este año. El 22 de mayo, cuando se llevaron a cabo, el Frente Santa Fe para Todos, conformado por el PJ y aliados, fue la fuerza más votada, con el 42,63 por ciento, contra el 40,98 del Frente Progresista Cívico y Social. Sin embargo, el candidato más elegido fue Bonfatti, que obtuvo 299.793 adhesiones. Rossi fue votado por 276.582 personas, mientras que por Del Sel se inclinaron 241.631. Uno de ellos tres será el futuro gobernador de Santa Fe. Todas las miradas estarán posadas sobre ellos, aunque la cabeza esté puesta en octubre.