Domingo, 4 de diciembre de 2011 | Hoy
EL PAíS › LOS QUE LLEGAN Y LOS QUE SE VAN DEL CONGRESO
Muchos de los que ingresan al Parlamento harán su primera experiencia legislativa. Varios de los que terminan sus mandatos jugaron papeles importantes en sus respectivos bloques.
Por Miguel Jorquera
Esta es la semana de mudanza parlamentaria. Todos los legisladores nacionales que terminan su mandato comienzan a sacar sus pertenencias de los despachos del Congreso. Los que empiezan su mandato el 10 de diciembre, en cambio, pugnan por lugares de privilegio dentro del Palacio Legislativo para no quedar aislados y dispersos entre los distintos anexos que tienen ambas Cámaras del Parlamento. Pero éstas no serán las únicas modificaciones en el recambio. Dejan sus bancas muchos diputados de todos los bloques políticos con una rica y trascendente tarea legislativa, mientras que entre los que llegan la mayoría hará su debut en las lides parlamentarias.
Fuera de quienes renovaron su banca en las listas del oficialismo o pasaron por Legislaturas provinciales, muchos de los kirchneristas que llegan al Congreso son noveles en la actividad parlamentaria. Como los jóvenes integrantes de La Cámpora, donde la mayoría de sus legisladores electos vienen desde puestos clave de administración estatal: los bonaerenses Eduardo de Pedro (AA) y Mayra Mendoza (Anses), el porteño Andrés “Cuervo” Larroque (Jefatura de Gabinete), la pampeana María Luz Alonso o la mendocina Anabel Fernández Sagasti (gobernación provincial), entre otros.
También harán sus primeras armas parlamentarias jóvenes como Leonardo Grosso, de la JP Evita, y el nieto recuperado Horacio Pietragalla, de la agrupación Hijos, de La Plata. Lo mismo que el sindicalista de Peajes e hijo del secretario de la CGT, Facundo Moyano, o el veterano dirigente sindical de la UOM de La Matanza, Carlos Gdansky. Mario Oporto lleva años como director de Escuelas bonaerense y tuvo varios otros cargos Ejecutivos, pero nunca tarea legislativa.
Ninguno de los electos en la lista porteña del FpV –incluido el aliado cooperativista Juan Carlos Junio (NE)– tuvo cargos legislativos. Sólo el viceministro de Economía, Roberto Feletti, fue en algún momento asesor de la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner.
Pero la inexperiencia parlamentaria de los legisladores electos atraviesa a todos los bloques. Por el FAP, y por primera vez en un cargo electivo, llegará a la Cámara baja el dirigente histórico de ATE y uno de los referentes de la ahora dividida CTA, Víctor De Gennaro. Su segundo en la lista bonaerense, Omar Duclós, gobierna el municipio de Azul desde el ’99 y nunca fue legislador. Tampoco el dirigente santafesino de la FAA, Omar Barchetta.
Tendrán por primera vez un cargo legislativo, entre muchos otros, el sindicalista petrolero Alberto Roberti (Udeso), el ex fiscal anticorrupción Manuel Garrido (UCR), la macrista Cornelia Schmidt, la dirigente piquetera Ramona Puchetta (Compromiso Federal) y hasta Raúl Castells, si esta última finalmente le cede la banca como prometió.
El armado de listas de candidatos que impulsó el kirchnerismo en diferentes distritos terminó por dejar afuera a diputados que jugaron un importante rol legislativo en la Cámara. Entre algunos otros, los dos casos más destacados son los de la mendocina Patricia Fadel y el santafesino Gustavo Marconato. Fadel concluye el último año de su mandato como vicepresidenta segunda de Diputados, pero durante los tres anteriores estuvo a cargo de la Secretaría Parlamentaria del Frente para la Victoria, donde fue la encargada de lidiar con los bloques opositores y organizar la tropa propia cuando el oficialismo tuvo una ajustada mayoría y cuando quedó en franca minoría.
La mendocina tenía bajo control cuántos diputados había en el Palacio Legislativo, cuántos llegaban en los vuelos desde el interior y a qué hora lo hacían cada vez que el oficialismo debía impulsar una ley clave o bloquear un proyecto opositor. Así lo hizo cuando Diputados le dio media sanción favorable a la Resolución 125 en medio de la pelea con las patronales agrarias, con la reestatización de las AFJP y de Aerolíneas Argentinas, y la ley de medios audiovisuales. Su obsesión la llevó a envidiar –como confesó a Página/12– a las azafatas por el contador manual con el que controlan a los pasajeros que suben a cada avión. La Ley de Matrimonio Igualitario, en cambio, la encontró en la vereda de enfrente por sus convicciones religiosas, en un proyecto que dividió transversalmente a todos los bloques políticos.
Marconato, con el mismo perfil bajo que Fadel, también comandó desde la Comisión de Presupuesto, en los momentos más adversos, la estrategia oficialista para que avanzaran muchas de estas leyes. Incluso, tuvo que afrontar otra pelea particular: cuando en minoría tuvo que discutir con el presidente de la Comisión de Finanzas de Diputados, Alfonso Prat Gay, y el propio presidente del Senado, Julio Cobos, para ponerle fin a la resistencia de Martín Redrado, que no quería abandonar la presidencia del Banco Central.
El oficialismo tampoco contará ya con algunas legisladoras aliadas con peso propio en la Cámara baja. La porteña Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro) fue clave desde la Comisión de Legislación General –una de las pocas que conservaron los bloques cercanos al kirchnerismo– para avanzar con los proyectos oficiales. Entre ellos la Ley de Matrimonio Igualitario y la reciente media sanción sobre identidad de género. Aunque no pudo lograrlo en la pelea por avanzar con el proyecto contra extranjerización de tierras, ante la resistencia de otras comisiones en manos opositoras, ni con despenalización del aborto, que cruza a todas las bancadas. También se irá la radical forjista Silvia Vázquez, que desde la presidencia de la Comisión de Comunicaciones fue una fuerte defensora de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La oposición también perderá varias de sus espadas parlamentarias. La radical porteña Silvana Giúdici, una de las armadoras y estrategas del disuelto Grupo A, privilegió su candidatura a jefa de Gobierno –con un magro resultado– y no renovó su banca, desde la que se destacó por su resistencia a la sanción de la ley de medios.
La magra performance electoral de la Coalición Cívica deja a muchos de sus legisladores en el camino. Así, los bonaerenses Adrián Pérez –que comandó el bloque partidario–, Juan Carlos Morán, Elisa Carca, Elsa “Tata” Quiroz y Héctor “Toti” Flores, como los porteños Fernanda Gil Lozano, Fernanda Reyes y Fernando Iglesias dejarán la Cámara por la que pasaron con distinta suerte.
El peronismo disidente también tendrá bajas. La salteña Zulema Daher, que presidió la Comisión de Transporte y dirigió el proceso legislativo de la reestatización de AA antes de saltar a la oposición, no volverá al Congreso. Tampoco el santafesino Jorge Obeid: el ex gobernador y aliado reutemista fue uno de los organizadores del desarticulado Peronismo Federal.
La evangelista Cinthya Ho-tton, que repartió su protagonismo entre el recinto y los sets de TV para oponerse a proyectos como el matrimonio igualitario, la identidad de género y la despenalización del aborto, ya no será más diputada. Igual que los macristas bonaerenses, que en esta última elección no pudieron consagrar ningún legislador más allá de la General Paz: Lidia “Pinky” Satragno abandona la Cámara sin el protagonismo televisivo de otros tiempos, y el conservador Julián Obiglio bregó hasta último momento para oponerse a cualquier iniciativa que consagrara derechos civiles y sindicales.
El centroizquierda opositor pierde algunos de sus legisladores importantes. Los socialistas Mónica Fein y Lisandro Viale, que presidieron el bloque del PS, tendrán distintos futuros: la rosarina será la intendenta de su ciudad y el entrerriano irá a la Legislatura provincial. El experimentado Eduardo Macaluse, ahora en el FAP, volverá a dar clases de literatura en escuelas medias de Laferrere, en La Matanza. Miguel Bonasso, autor de los proyectos de protección de los bosques nativos y glaciares, regresará a su profesión de periodista.
También volverá al llano la cordobesa Cecilia Merchán, luego de su distanciamiento con Libres del Sur por su dura oposición al gobierno nacional. Merchán fue impulsora de proyectos de derechos civiles como el matrimonio igualitario e identidad de género, y con suerte adversa en la despenalización del aborto. También defendió la ley de medios y hasta presentó un proyecto para regular la producción, comercialización y distribución del papel para diarios, que el FpV tomó como propio en la disputa por Papel Prensa, aunque finalmente no prosperó.
Mucho más reducida es la lista de quienes acumularon una importante experiencia legislativa y vuelven a la Cámara baja después de varios años. Entre ellas está la ex ministra de Salud y ex diputada del ARI, Graciela Ocaña, que obtuvo una banca de la mano del empresario Francisco de Narváez en la lista de la Udeso. También regresan el radical Eduardo Santín, el filokirchnerista Carlos Raimundi y el duhaldista Carlos Brown.
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