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A una semana de que Cristina Fernández de Kirchner asuma su segundo mandato, la imagen positiva que tiene en la población sigue igual, e incluso un poco más alta, que cuando ganó las elecciones el 23 de octubre. Dos de cada tres argentinos opinan bien o muy bien tanto de la Presidenta como de su gestión. Pese a que en las últimas semanas se agudizó la crisis internacional, se tomaron medidas de control de la compra de dólares y se anunció la quita de subsidios en luz, gas y agua, CFK mantuvo su altísima imagen y ganaría las elecciones por la misma o mayor diferencia. De cara al próximo mandato, los ciudadanos le piden que concentre su atención en los aspectos económicos, en especial la inflación, aunque también se plantea como preocupación el tema de la inseguridad.

Las conclusiones surgen de una encuesta nacional exclusiva para Página/12 realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce el sociólogo Roberto Bacman. En total fueron entrevistadas mil personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. El sondeo se terminó de procesar el jueves.

“La imagen positiva de la Presidenta viene subiendo desde mayo de 2010 y está en los mismos niveles que cuando sacó el 54 por ciento de los votos en octubre –analiza Bacman–. Algunos pensaron que las opiniones positivas bajarían como consecuencia de los controles del dólar y la quita de subsidios, especialmente por algunos títulos-catástrofe en los medios. El tema del dólar es preocupación de un 35 por ciento de la sociedad que es la que ahorra en la moneda norteamericana, pero se tranquilizó en las últimas semanas. Sólo un tres por ciento lo considera una cuestión preocupante en esta encuesta. El tema de la quita de subsidios no se tradujo en una baja de las opiniones sobre CFK, pero sí en que creció algo la preocupación por la inflación. También tiene que ver con que la propia Presidenta lo empezó a mencionar en sus discursos. Pero diría que Cristina ganaría hoy las elecciones por igual o más diferencia que en octubre. Es que hay que tomar en cuenta que su imagen sigue altísima, mientras que en la oposición el radicalismo se quedó sin referente y los demás se mantienen muy bajos.”

Para seis de cada diez entrevistados la situación del país mejoró respecto de hace cuatro años atrás, cuando asumió CFK. Esta mirada, que parece obvia hoy en día, era impensada en la época de la polémica por la resolución 125 y en los días anteriores y posteriores a las elecciones de 2009. “Esos tiempos quedaron muy atrás. Aunque falta una semana para la asunción de la Presidenta en su segundo mandato, la tendencia es la que se marcó en las primarias de agosto y las elecciones de octubre. El nivel de aprobación se mantiene porque el ciudadano común tiene la prioridad en que su propia economía esté estable o vaya mejorando. Y eso se ve en que una mayoría importante está optimista, confiada y tranquila (56,4 por ciento), frente a sólo un 11 por ciento que está con bronca y miedo, que son los sentimientos claramente negativos. Hay una porción que está preocupada (14 por ciento), con incertidumbre (14 por ciento), pero lo que prima es una sensación positiva. Es más, una buena parte de los ciudadanos cree que el año que viene va a estar mejor, pese a un clima muy malo que existe a nivel internacional.”

Para Bacman la encuesta muestra que hay cinco temas en los que se le pide a la Presidenta que se involucre en forma prioritaria: controlar la inflación, reindustrializar el país, evitar que pegue fuerte la crisis internacional, la lucha contra la inseguridad y profundizar la distribución de la riqueza. Los dos temas en los que hay mayor preocupación son la inflación y la inseguridad porque analizados por separado un 44 por ciento pronostica que la inseguridad va empeorar y un 40 por ciento dice que también la inflación irá para arriba. “Ojo que no hay un cambio abismal –advierte Bacman–, subió un poco la preocupación por la inflación, pero dentro de cierta tranquilidad. Tiene que ver con lo que la gente percibe de la cuestión de la quita de subsidios y también porque la Presidenta abordó el tema. El eje fundamental es el empleo y hace rato vemos que la inmensa mayoría de los ciudadanos no tiene temor a perder el trabajo, algo que era fortísimo al principio de la década.”

Por supuesto que el telón de fondo es la crisis internacional, que está permanentemente en el centro de atención. Los encuestados perciben que habrá un impacto en el país, pero al menos por ahora no existe el clima de pesimismo que se percibe en las encuestas de todos los países europeos.

Desde el punto de vista estrictamente político-partidario no hay cambios significativos respecto del momento de las primeras y del momento de la elección general. “Por de pronto, uno de cada tres encuestados no ve a nadie como referente de la oposición. Esto ya marca un agujero muy importante. Y luego están Hermes Binner y Mauricio Macri, con alrededor de un 20 por ciento de ciudadanos que los consideran referentes de la oposición. El radicalismo se ha diluido y no aparece nadie que lo represente y lo mismo sucede con las demás fuerzas políticas. De manera que el cuadro es muy parecido a agosto u octubre: Cristina con buena imagen, con mucha iniciativa política y económica, mientras que la oposición está en situación crítica”, concluye Bacman.

Parece cantado que el nuevo período presidencial planteará muchísimos desafíos, sobre todo a la luz de la situación internacional. CFK cuenta con la ventaja de que, al igual que en buena parte de los países latinoamericanos, los oficialismos se están reafirmando. Cuando la Presidenta ganó las elecciones de 2007 lo hizo habiendo perdido en las ciudades más grandes del país y con imagen baja en esos distritos de importancia. Aunque siempre existen vaivenes y, además, no cuenta con la presencia de Néstor Kirchner, esta vez arranca –desde el punto de vista de la encuesta– en una posición mucho más sólida y favorable.

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