EL PAíS
El ARI reclama rediscutir las listas con Ibarra
La postergación de las elecciones porteñas reabrió el debate sobre los nombres y puestos para diputados.
Por Santiago Rodríguez y Felipe Yapur
El acuerdo que Aníbal Ibarra y Elisa Carrió cerraron con vistas a las elecciones porteñas podría llegar a cambiar ahora que el jefe de Gobierno convocó a votar el próximo 24 de agosto. Es que el nuevo llamado formulado por Ibarra abre la posibilidad de modificar las listas que habían sido presentadas para la votación prevista para el 8 de junio y desde el ARI advierten que habría que introducir algunos cambios en función del desempeño de esa fuerza en el distrito en los recientes comicios presidenciales. Los dirigentes que acompañan a la chaqueña no cuestionan la fórmula que Ibarra integra junto a su secretario de Educación, Daniel Filmus, pero sí pretenden unificar las boletas de diputados nacionales y tener mayor presencia en la nómina de legisladores locales.
Ibarra sabía lo que le esperaba, pero la decisión de la Corte Suprema de Justicia de ratificar la suspensión de las elecciones porteñas dispuesta por la jueza María Romilda Servini de Cubría no le dejó otra alternativa que abrir un nuevo proceso electoral. Contra lo que pretendía, el ex fiscal no sólo dejó así el camino libre a la presentación de nuevos candidatos a la jefatura de gobierno, sino que también quedó a merced de las presiones para revisar los acuerdos políticos a los que había arribado.
La colisión que Ibarra consiguió articular para dar la pelea por su reelección se llama Fuerza Porteña, en la que confluyen el socialismo, el ARI, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y el sector del kirchnerismo porteño encabezado por Juliana Marino. Carrió sólo incorporó dirigentes de su fuerza en la lista de legisladores locales –encabezada por el socialista Norberto La Porta– y presentó boleta propia para diputados nacionales, con Eduardo Jozami como primer candidato. La otra boleta para la Cámara baja quedó liderada por Marino.
Ahora que es posible volver sobre los acuerdos establecidos, desde el ARI aspiran a unificar las dos listas de diputados nacionales. Lo que impidió hacerlo con anterioridad fue la negativa de Ibarra a la inclusión en la nómina de Jozami, quien se desempeñó como secretario de la Vivienda de su gestión y se resistió a abandonar ese cargo cuando el ex fiscal le solicitó la renuncia.
El otro objetivo que se plantea el ARI es incrementar su representación en la boleta de legisladores. “La fuerza que obtuvo el 20 por ciento de los votos en la Capital tiene sólo tres candidatos entre los quince primeros puestos de la lista y resulta que los socialistas, que apenas sacaron el 3 por ciento, llevan cinco postulantes”, argumentan en las filas de la chaqueña.
Si bien algunos dirigentes del ARI no cuestionan que se mantenga a La Porta al tope de la lista y sólo plantean que es necesario “corregir asimetrías”, otros sostienen que es necesario rediscutir todo. Lo que está fuera de discusión es el compañero de fórmula de Ibarra. “Filmus –aclaran alrededor de Carrió– tiene el perfil adecuado.”
Los socialistas ya están en alerta. “El acuerdo está cerrado; si no les interesa que estemos, que lo digan y hacemos la nuestra”, advirtió a Página/12 un hombre de ese partido, antes de rematar con una chicana: “¿No era que peleaba por la República y no por cargos?”. Lo que argumentan en el socialismo es que “puede ser que tengamos más candidatos, pero también es cierto que estructuralmente el ARI no existe en la Capital. Una cosa es lo que puede traccionar Carrió en una presidencial polarizada con (Ricardo) López Murphy y otra una elección local. Hace dos años (Alfredo) Bravo salió segundo a senador sin que Lilita estuviera en la lista”.
El centro de todas las presiones es Ibarra, quien hace tiempo habla a menudo con Carrió y ya tomó nota de las pretensiones de los integrantes del ARI. “Pedidos y sugerencias va a haber, ahora que vayan a producirse cambios dependerá de cómo se dé ese juego de presiones”, comentaron asesores de Ibarra. La idea del ex fiscal es tratar de mantener las cosas como están y no alentar movimientos que podrían dar pie a la aparición de nuevas demandas. A nadie le escapa, por ejemplo, que el economista de la CTA quedó tercero en la lista de diputados de Fuerza Porteña pero que quería ser primero. Ahora podría volver a la carga en busca de ese lugar.