El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, reunió ayer a cerca de mil funcionarios provinciales en la sede del Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (Cepard). En medio de la fuerte crisis económica, la convocatoria de Peralta generó un fuerte malestar de los funcionarios que lo escucharon bajar línea en el Cepard. “Tomó lista para ver quién no había ido y nos dijo que si no estábamos de acuerdo con lo que estaba haciendo en la provincia podíamos dejar la renuncia en la puerta cuando saliéramos”, confió a Página/12 uno de los convocados y agregó que “insistió con la idea de que lo saca una intervención”. Peralta se encuentra jaqueado por la situación económica y por las consecuencias políticas ante el intento de ajuste que intenta llevar adelante, al que los sindicatos y ex aliados se oponen. “Nunca a nadie se le ocurrió ni habló de intervención ni juicio político. Es algo que plantean Peralta y algunos medios para victimizarse”, señaló un dirigente del Frente para la Victoria santacruceño.