“Nunca oí si había habido sobornos.” “A mí no me lo dijo nadie.” “No me consta.” “No hablamos específicamente de esa ley.” Al declarar en el juicio oral por el pago de las coimas en el Senado, Graciela Fernández Meijide, José Luis Machinea y Federico Storani se limitaron a pronunciar estas frases frente a las preguntas relacionadas con las coimas. Ninguno de los tres, citados a declarar por haber sido ministros de la Alianza, aportó datos sobre los pagos investigados, aunque sí hablaron sobre la difícil historia de su gobierno y de las tensiones internas con Carlos “Chacho” Alvarez.

Meijide fue ministra de Desarrollo Social y compañera del ex vicepresidente en el Frepaso. Los radicales Machinea y Storani estaban a cargo de los ministerios de Economía y del Interior en abril del 2000, cuando la Cámara alta aprobó la ley de flexibilización laboral gracias a los votos de los senadores peronistas a los que la Alianza habría pagado, según la denuncia de Mario Pontaquarto, cerca de cinco millones de pesos. Los tres testigos dijeron haberse enterado del tema después de su publicación en los diarios.

La ex ministra fue la primera en declarar. En la puerta de los tribunales les anticipó a los movileros lo que sería su exposición. Dijo que se fue enterando de la denuncia por los medios y que entonces “había una sensación de que era una operación política”.

Después, ya ante los jueces del Tribunal Oral Nº 3, agregó que “no” le constaba que hubiera habido coimas. Sí que cuando la denuncia comenzó a ser el tema de los medios, el entonces presidente Fernando de la Rúa llamó a una reunión de gabinete en la que “sugirió” a todos sus ministros que “bajaran el tono” de la cuestión, “para que no se opacaran los otros temas” de gobierno. En ese encuentro, agregó, De la Rúa decidió que se llevara oficialmente el tema a la Oficina Anticorrupción.

Storani también recordó esa reunión de gabinete y agregó que, después, en el clima de tensiones crecientes que se agravaron con el correr de las semanas, el entonces presidente “le pidió a Chacho Alvarez que él mismo hiciera la denuncia en sede penal”.

En este sentido, a diferencia de Meijide, Storani reconoció haber hablado de los sobornos “con todo el mundo”, aunque aseguró que él “sabía lo que era de público conocimiento y nada más: que existía un anónimo, que Chacho Alvarez lo había leído en una reunión de comisión y que después esto fue publicado por Joaquín Morales Solá”. En ese sentido, apuntó que “no había ningún indicio sobre la verosimilitud de la denuncia”. Y aseguró que Pontaquarto le negó en una reunión haber pagado las coimas.

Por su parte, el ex ministro de Economía Machinea negó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le haya exigido la sanción de la ley de flexibilización laboral como una de las reformas estructurales del gobierno de la Alianza.

“¿Habló con alguien de los sobornos?”, le preguntaron. Dijo que no. “¿Era posible que la SIDE gastara cinco millones de pesos sin decir para qué y que a Hacienda no le llamara la atención?”. “Es posible”, contestó Machinea, y argumentó que “los gastos de la SIDE en esos meses fueron regulares” y que el organismo de inteligencia “no le pidió a Hacienda más de lo que pedía mensualmente”. Machinea agregó luego que el gobierno de la Alianza había recortado de 300 a 135 millones de pesos los gastos reservados de la SIDE, pero que por la falta de presupuesto De Santibañes le pidió otros 50 millones. Se inició una negociación y acordaron entregarle 30 millones, que la SIDE comenzó a gastar antes de que saliera el decreto reservado autorizando su uso.

Los testigos aseguraron que la renuncia del vicepresidente Alvarez fue “una sorpresa” para todos. Como viene pasando en la mayoría de las audiencias, más que de los sobornos de lo que se habla es de la figura del ex vicepresidente. Meijide contó que cuando se armó la Alianza le advirtió a Chacho que no fuera candidato a vicepresidente. “No es un lugar para vos, no te lo vas a bancar y te van a hacer la vida imposible tus ex compañeros peronistas”, dijo la ex funcionaria que le había anticipado. Pero también relativizó la importancia que, según ella, tuvo el tema de los sobornos en la salida del vicepresidente del gobierno ya que, recordó, Alvarez intentó volver tiempo después como jefe de Gabinete, con Domingo Cavallo como ministro de Economía, pero De la Rúa lo rechazó.

Storani también le pegó a Chacho por lo mismo. Dijo que no creía que su renuncia se debiera “al tema éste” (por los sobornos): “Cuando yo me estaba yendo (del gobierno), Chacho planteaba volver como jefe de Gabinete con Cavallo como ministro de Economía”, embistió. De paso, se descargó contra todo el Frepaso: “La mayor parte de los miembros del Frepaso venían a mi despacho y me decían que Cavallo era ‘un heterodoxo reactivador’”.

El juicio continuará hoy, a las 10, con la declaración del ex jefe de Gabinete de la Alianza Rodolfo Terragno, la ex diputada y ex asesora de Alvarez en el Senado, Vilma Ibarra, y la ex senadora Silvia Sapag.