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- Presidenciables. Varios de los posibles candidatos a presidente de la oposición no estuvieron presentes en la sesión de ayer, ante la presentación del jefe de Gabinete. El radical Julio Cobos todavía no había regresado de Roma, donde se entrevistó con el papa Francisco. El socialista Hermes Binner estaba en la ciudad colombiana de Medellín recogiendo experiencias contra el narcotráfico. Elisa Carrió llegó tarde y se negó a formular preguntas, se quejó de no haber obtenido respuestas y dijo que denunciará a Capitanich en los tribunales. El renovador Sergio Massa siguió y grabó el discurso de Capitanich desde su bunker en la zona de Congreso; en su entorno aseguraban que luego “desmentiría” los datos aportados por el ministro coordinador. Pero luego sólo se sentó en el recinto para acompañar a su jefe de bloque y salió rápidamente al Salón de Pasos Perdidos para reclamar mayores penas a los delincuentes ante las cámaras de TV.

- Emputecido. A su turno, el jefe del bloque socialista, Juan Carlos Zabalza, intercaló preguntas con opiniones y también reflexionó sobre el papel de la Justicia. “La impunidad genera violencia porque la gente ve que no se condena. La protección al (de) más rango emputece violentamente toda la sociedad”, soltó el diputado.

- Siga, siga. Habían pasado más de cinco horas de sesión, el jefe de Gabinete escuchaba y respondía las preguntas de los diputados de las bancadas opositoras, cuando el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, le propuso a Capitanich un cuarto intermedio de cinco minutos por si hacía falta aliviar alguna necesidad. “Sigamos, sigamos”, respondió Capitanich. Se puede decir que, a diferencia de las doce horas que duró el informe del chaqueño en el Senado, esta vez estuvo sentado a lo largo de la sesión.

- Raleado. La diputada Alicia Comelli, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), también se plegó a los saludos que recibió Capitanich por cumplir con la Constitución y rendir cuentas de la marcha de la gestión del gobierno nacional todos los meses ante el Congreso. Pero también agregó lo propio: “Sé que es una obligación, pero también lo es que los diputados estén sentados en sus bancas porque, si no no estamos cumpliendo con nuestra obligación de legisladores”, sentenció ante un raleado recinto con muy escasos opositores en sus lugares.