La Justicia francesa resolverá mañana en una audiencia pública si hace lugar al pedido de extradición de Mario “Churrasco” Sandoval, un ex integrante de Coordinación Federal que formó parte de un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada. El represor está imputado en la Argentina en la causa en la que se investigan los crímenes cometidos en ese centro clandestino contra 600 víctimas. Entre ellas está la privación ilegítima de la libertad y la desaparición, en octubre de 1976, del militante de la Juventud Peronista y estudiante de Arquitectura Hernán Abriata; sus familiares reconocieron a Sandoval como uno de los secuestradores.

Abriata fue secuestrado en Buenos Aires en la madrugada del 30 de octubre de 1976. El operativo incluyó un interrogatorio al estudiante en la habitación donde dormía. Ante sus familiares, uno de los secuestradores se identificó como “oficial inspector Sandoval de Coordinación Federal”, y aseguró que “la denuncia” en su contra provenía de la Facultad de Arquitectura. Entre los alias que lograron escuchar estaban “Halcón”, como se hacía llamar el capitán Néstor Savio, y “Sérpico”, que era Ricardo Cavallo, miembros del Grupo de Tareas 3.3.

En 1976, Sandoval tenía 22 años, era oficial subinspector de la Policía Federal y estaba destinado en el Departamento de Asuntos Políticos, en el séptimo piso del edificio central de la Federal, sobre la calle Moreno. De su legajo surge que realizó cursos de instrucción en “lucha antisubversiva”. En noviembre de ese año, es decir un mes después del secuestro de Abriata, Sandoval recibió una “recomendación” por su actuación destacada en un “procedimiento antisubversivo”.

La captura internacional de Sandoval fue impulsada a pedido de los familiares de Abriata por el juez federal Sergio Torres. La Argentina mandó a Francia el pedido de extradición en 2012.

En su defensa, Sandoval ha negado ser el represor que actuó en la ESMA con el alias de “Churrasco”; argumenta estar siendo confundido con un homónimo. Su abogado alegó al mismo tiempo que los crímenes por los que se lo acusa “están prescriptos” y que, si fuera extraditado, su derecho a la defensa no estaría garantizado. Sandoval esbozó además que tiene nacionalidad francesa, aunque como la tramitó en 1994, después de los hechos que se le imputan, legalmente esto no debería incidir.

Después de la dictadura, Sandoval se recicló como especialista en seguridad e inteligencia. A fines de los ’80, como egresado de licenciatura en Seguridad de la Universidad de la Policía Federal, estuvo entre los que impulsaban una asociación de graduados de esa especialidad. En Francia obtuvo un diploma sobre espionaje e inteligencia en lo económico, militar y estratégico. Su nombre volvió a sonar en la Argentina en 2002 cuando, presentándose como delegado de la Unión Europea para conversaciones de paz en Colombia, trajo a dos colombianos a dar un curso en la Escuela Superior de Guerra. Los militares argentinos dieron por terminado el encuentro cuando uno de los colombianos se presentó como “comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia”, el grupo paramilitar que más víctimas ha dejado en el conflicto armado en ese país.

Como parte del proceso judicial para la extradición, la Cámara de Instrucción de París pidió ampliar dos veces el requerimiento enviado por la Argentina. El abogado general Jean Claude Lecompte reclamó, por ejemplo, que el legajo enviado “no estaba completo” porque, según señaló, no se habían especificado las acusaciones contra el imputado. También sostuvo que las reglas argentinas para la prescripción de delitos no eran claras. La Argentina ya complementó la información solicitada.

En la audiencia de hoy, además de una delegación de la embajada argentina en Francia y de la abogada que representa en el caso al país, estarán, como en audiencias anteriores, las víctimas de la dictadura que viven en Francia.

Al mismo tiempo, en Buenos Aires, los familiares de Abriata y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) harán una concentración este miércoles a las 11 en Arroyo y Cerrito, frente a la embajada francesa, para reclamar que se concrete la extradición.

En caso de que la Justicia haga lugar al pedido argentino, todavía quedará una instancia más para definir el envío de Sandoval al país, ya que en casos de extradición el Poder Ejecutivo se reserva la última palabra.