“Expresiones demagógicas”, “irresponsables”, “oportunistas”. Con esas palabras, los dirigentes del oficialismo continuaron ayer con sus duras críticas a las palabras del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien el lunes propuso eliminar el Impuesto a las Ganancias. Pese a eso, desde el PRO defendieron su postura.

Durante su conferencia matutina, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, consideró que las declaraciones de Macri constituyen “una estrategia irresponsable de potenciación de la exclusión social”. Para el funcionario nacional, sin ese ingreso público, “se termina la Asignación Universal por Hijo, se termina la jubilación”, entre otras políticas sociales.

“Cuando dicen que se van a eliminar todas las retenciones de Impuesto a las Ganancias –sostuvo Capitanich–, la pregunta inmediata ulterior es cómo van a obtener un mecanismo sustitutivo de financiamiento.” En ese sentido, apuntó que el impuesto representa una recaudación de 55 mil millones de pesos. Por eso, para Capitanich, “muchos dirigentes opositores tienen un discurso que está orientado a expresiones demagógicas carentes de sustento”.

Después de que ganara el candidato del PRO la intendencia en la localidad cordobesa de Marcos Juárez, Macri salió a hacer declaraciones con tono de candidato a presidente y prometió que la inflación se acabaría en un hipotético gobierno suyo. “No va a haber más Impuesto a las Ganancias para los trabajadores”, añadió.

Luego de esos dichos, el gobernador bonaerense Daniel Scioli consideró que el jefe de Gobierno porteño estaba “envalentonado” por el resultado en Marcos Juárez. “¿Qué va a sacar entonces? ¿Todas las políticas de subsidios a sectores que lo necesitan? ¿Las inversiones que se están llevando adelante en lo social”, cuestionó Scioli y remarcó: “Es fácil ir a cada sector y decirle lo que quiere escuchar”.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que Macri tiene “la misma sintonía” que el ex presidente Carlos Menem y recordó que se opuso a la estatización de Aerolíneas Argentinas, a la recuperación de YPF, a la reestructuración de la deuda y dijo que había que pagarles a los buitres lo que pedían.

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, otro de los precandidatos presidenciales, reclamó ser “serios, responsables y dar un debate como corresponde, sin prometer cosas que no se sabe si se van a poder cumplir”. En ese sentido, apuntó que Macri, como jefe de Gobierno, “ha subido 1200 por ciento el ABL” y, tras asumir el control del subte, “aumentó el boleto un 75 por ciento el primer día”.

Su par de Defensa, Agustín Ro-ssi, afirmó que “un modelo como el que plantea Macri solamente se completa con una fuerte recesión, congelamiento de salarios y más desocupación”. “Yo pensé que Macri quería volver a la década del ’90, pero ahora me doy cuenta de que quiere volver a 1890, a la Argentina del primer centenario”, ironizó.

“Como jefe de Gobierno te aumenta impuestos y como candidato a presidente te promete que los va a bajar... poca credibilidad tiene”, concluyó Rossi, en relación con la última medida fiscal de la administración porteña y la decisión de retener un 3 por ciento en concepto de ingresos brutos a empresas de contenidos digitales.

En tanto, el diputado nacional Carlos Heller calificó las declaraciones como “oportunistas e irresponsables”. “Es de un nivel de demagogia tremendo, porque lo que no dice es qué van a recortar del gasto para que la cosa pueda seguir funcionando y si esos ingresos lo vamos a reemplazar por otros ingresos”, afirmó el dirigente de Nuevo Encuentro.

Pese a las críticas, el macrismo se mantuvo fijo en su idea de eliminar el Impuesto a las Ganancias y sus dirigentes respaldaron a Macri. Su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, indicó que no se “está proponiendo nada nuevo, sino volver a una situación normal”.