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Las advertencias sobre los problemas de seguridad del sistema informático con el que se realizarán hoy las elecciones porteñas derivaron el viernes por la noche en el allanamiento de la casa de uno de los técnicos informáticos que lo habían denunciado. “Sí, el voto electrónico te caga la vida de formas insospechadas”, reflexionó el programador Joaquín Sorianello vía Twitter mientras la Policía Metropolitana entraba en su casa de Caballito y se llevaba equipos electrónicos, memorias y pendrives.

Expertos en seguridad advirtieron que el sistema de recuento de votos de las máquinas que se usarán en la Ciudad de Buenos Aires puede ser adulterado con un código al que lograron acceder aunque, preocupados, dijeron que no lo difundirían hasta después de la elección. Sorianello denunció la filtración de “los certificados SSL de los terminales que envían los datos desde las escuelas al centro de cómputos”, que se publicaron “en el sitio http://caba.operaciones.com.ar por una deficiente configuración en sus servidores”.

La orden de allanar la dictó la jueza María Luisa Escrich. La medida se concretó mientras el especialista estaba en Bariloche. “Yo no tengo nada que ocultar, apenas me enteré de esto me contacté con la empresa MSA para avisarle”, dijo el programador. “Si quisiera hackear o hacer algo dañino no le hubiera avisado a la empresa”, advirtió. “Estoy muy asustado, me cagué todo”, confesó y aclaro que “soy un programador, no un hacker”. Después de esas declaraciones, se llamó a silencio: “Luego de una larga noche sin dormir, mi abogado me recomendó no hacer declaraciones”, explicó.

Los expertos entre los que se cuenta Sorianello descubrieron “agujeros de seguridad” en el sistema informático y por eso aconsejan no confiar en los chips y que los votos sean contados a mano. Lo que dicen es que la falla permitiría cargar al sistema más votos que los emitidos.