Viernes, 23 de octubre de 2015 | Hoy
EL PAíS › EL CANDIDATO PRESIDENCIAL DEL FRENTE PARA LA VICTORIA, DANIEL SCIOLI, CONFIADO EN SU TRIUNFO EN PRIMERA VUELTA
Scioli asegura ver que en los últimos días la gente se inclina a votar por el oficialismo para mantener lo conseguido en estos años. Anticipa un Ministerio de Derechos Humanos que ocupará Guido “Kibo” Carlotto.
Por Nicolás Lantos
Con la voz quebrada por dar hasta cinco discursos por día en este último tramo de la campaña, una férula en su brazo izquierdo producto de una lesión durante un partido de Futsal y el rostro con evidencia de pocas horas de sueño, Daniel Scioli llega al final del la campaña como el Terminator interpretado por Arnold Schwarzenegger, que no se detiene por las heridas y los golpes que recibe. Con ese actor nacido en Austria pero cuya carrera política se desarrolló en Estados Unidos, lo une una historia similar: los dos comenzaron sus carreras en mundos ajenos a la política y llegaron a gobernar la provincia más importante de sus países. Pero Scioli está cerca de lograr el anhelo que el ex gobernador de California nunca pudo: llegar a la Presidencia de la Nación.
A horas del comienzo de la veda electoral, el candidato del Frente para la Victoria vuelve a recibir a Página/12 en una pequeña oficina a metros del helipuerto que funciona como una virtual base de operaciones entre viaje y viaje. Allí contesta las preguntas y da definiciones: Guido “Kibo” Carlotto, actual secretario de Derechos Humanos de la provincia, será el ministro de ese área en un eventual gabinete suyo. Respecto a la presidenta Cristina Kirchner, será una dirigente “de consulta, en caso de ser necesario”. Además, insistió en que no van a tomarse medidas abruptas porque el país está “encaminado”, le dijo a este diario, mientras acomodaba su corbata y mandaba a ir calentando los motores del helicóptero.
–¿Le preocupa llegar al final de la campaña en el borde del margen de error que puede darle una victoria en primera rueda u obligarlo a un ballottage?
–Yo llego confiado, con la tranquilidad de que en estos últimos días está empezando a notarse la voluntad de la gente de ir a votar a lo confiable, a lo previsible, a lo coherente, a lo conocido, a lo que le de la tranquilidad de que sobre los avances que ha tenido el país todos estos años seguir desarrollándolo como hasta ahora. Es lo que veo en los últimos días ante las contradicciones y las incoherencias de otros candidatos, que estaban ayer en contra, hoy dicen que están a favor, reorientando sus campañas en función de lo que dicen los consultores y que ven que no están en el escenario que ellos pensaban que iba a haber a la hora de votar. Por eso buscan irrumpir con nuevos temas, como han hecho con estas denuncias de espionaje. Da la casualidad de que hace cuatro años en la víspera de las elecciones de Cristina, el mismo diario, la misma tapa.
–¿A qué atribuye ese movimiento del electorado que dice haber notado en los últimos días?
–A que fue consolidándose la idea de que el Frente para la Victoria y mi candidatura presidencial es la que le lleva a la gente la mayor certidumbre. Nosotros somos lo conocido y la gente no tiene ganas de estar haciendo experimentos. En esta campaña tuve el tiempo y las oportunidades de desplegar las razones y los motivos por los cuales la gente va a acompañarme.
–Macri dijo esta semana que no fue a Santa Cruz porque el país es muy grande...
–Yo di cinco vueltas a la Argentina. ¡Cinco! Y Karina (Rabolini) debe haber dado otras cinco. Cuando fui secretario de Turismo estuve hasta en la Antártida. Para mí no hay pueblos chicos, no hay provincias chicas, son todos importantes. Cada rincón del país tiene algo para desarrollar. Y ese es mi compromiso con un profundo federalismo.
–¿Por qué no se concretaron las visitas que tenía previsto a Rusia y China? ¿Tuvo que ver con las críticas durante su viaje a Italia?
–Se pospuso porque no hubo tiempo físico pero sí hablé con los embajadores ratificando que todo lo que está en marcha es mi compromiso continuarlo.
–Todavía no anunció quién será su canciller, ¿cómo imagina la relación con Estados Unidos y la Unión Europea?
–Yo voy a buscar una agenda positiva con cada país del mundo. De hecho estuve en la embajada de Estados Unidos. Con cada país buscaré un punto de interés común que sea positivo para la Argentina. La relación con la Unión Europea la vamos a encarar desde un Mercosur más consolidado, como hablé con la presidenta de Brasil la semana pasada.
–¿Cambió la idea que había planteado de tener un Poder Ejecutivo con más ministerios?
–Yo nunca hablé de cantidad de ministerios. Hablé de la rejerarquización de algunas áreas, como la Secretaría de Derechos Humanos, que será un ministerio, y luego de ir readecuando cada sector en su funcionamiento interno. En base a la nueva agenda que tenemos hacer movimientos en las estructuras vigentes para optimizarlo. Por ejemplo el tema vivienda, que quedará incorporado al área de Diego Bossio por su experiencia en el ProCreAr.
–¿El ministro de Derechos Humanos va a ser Kibo Carlotto?
–Sí, va a ser él. Bueno, todavía no lo hablé con él. Hay que preguntarle antes de que salga el diario.
–¿Y el canciller?
–Son áreas donde tengo muy claros los lineamientos, así que no importa tanto el nombre. He recorrido la Argentina para conocer las realidades de cada provincia y llegar a un compromiso por escrito con cada una para dejar sentado las cosas que hay que hacer. A partir de allí avanzamos con la conformación de los equipos a través de la fundación DAR. Y ahora vamos a ir designando a los responsables de cada sector para llevar las políticas adelante. Siempre con un espíritu de integrar las distintas áreas, con la producción, con el Banco de Desarrollo, con el Banco Nación.
–¿Cómo toma lo que se ha dicho sobre la supuesta falta de dirigentes de La Cámpora en su gabinete?
–Es en el contexto de lo que decían que no me iban a dar la boleta, que no iba a ser candidato, después decían que me iban a armar el gabinete, ahora que estamos peleados porque no tienen lugares en el gabinete. A ver si está claro. No hay dirigentes míos o de Cristina: forman parte todos del mismo proyecto político. Lo mismo con los legisladores. Esa historieta. Los ministros van a responder todos al Presidente, obviamente con todo el respeto y el reconocimiento que va a tener la actual Presidenta de la Nación cuando deje su despacho, y consulta en caso de ser necesario. Aquí todos están integrados. Que no quieran generar ninguna división ni cizaña, porque de ninguna manera es así. Aquí están profundamente integrados todos los sectores que forman parte del Frente para la Victoria y si lo tengo que ampliar más, lo voy a ampliar más.
–¿Hacia dónde?
–Hacia radicales del campo nacional y popular que no se sienten identificados con la alianza conservadora que encarna Mauricio Macri, socialistas que tienen una visión progresista del rol del Estado.
–¿Cómo toma el apoyo que le dio Francisco de Narváez?
–De Narváez está en el contexto de lo que muchos peronistas expresan. Hay muchos peronistas que, ante el escenario, como se está configurando, con Macri que propone devaluaciones, volver atrás, piensan que soy la persona que puede unir, mantener lo que haya que mantener, cambiar lo que haya que cambiar y darle mi propio estilo al gobierno. Por eso me salen a apoyar.
–¿No tuvo nada que ver la posible designación de su ex colaborador Gustavo Ferrari como futuro titular de la AFI?
–Nada que ver una cosa con la otra.
–¿Piensa en sumar a José de la Sota?
–Con De la Sota hace muchísimo que no hablo.
–¿Y con Juan Schiaretti?
–Voy a trabajar con Juan Schiaretti codo a codo para lo mejor de Córdoba, con un programa que firmamos, de infraestructura, de producción.
–¿Está contento con la campaña que hizo? ¿Le faltó o le sobró algo?
–No pido ni un día más, ni un día menos. Mi relación con la gente lleva treinta años, no dos meses. Por eso por el hecho de estar en campaña no tengo que sobreactuar ni hacer promesas demagógicas. Sentido común y trabajar al servicio de los argentinos para que el próximo domingo me den la oportunidad. Sé lo que tengo que hacer y estoy preparado. Vayan a votar tranquilos, con mucho entusiasmo, en búsqueda de un camino cada vez mejor porque por este camino lo van a tener. Yo se los garantizo.
–¿Ya tiene pensadas sus primeras medidas si llega al gobierno?
–Es que esa es la diferencia con otros ciclos democráticos. Acá no hay que hacer un paquete de medidas revolucionarias. Vivimos en un país encaminado en el que gradualmente hay que ir abordando. Hoy no recibimos hiperinflación, ni desocupación, ni una crisis devastadora. Al contrario.
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