Imagen: Sandra Cartasso.

“Nos dicen utópicos, pero claramente nuestro programa es el único que responde a las aspiraciones del pueblo trabajador, tenemos plena confianza de que va a resistir el ajuste, gane quien gane. Y en el fragor de esa lucha tenemos la difícil pero apasionante tarea de construir la fuerza política de la clase trabajadora, que nos va a llevar a la victoria a los explotados y a los oprimidos”. Así cerró ayer su campaña Nicolás del Caño, candidato a presidente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), en un multitudinario acto que copó varias cuadras de la avenida Corrientes, desde Montevideo hasta Callao, y en el que se hicieron presentes la militancia del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el Partido Obrero (PO), Izquierda Socialista (IS), y decenas de agrupaciones que apoyan al FIT, junto a sus principales dirigentes, entre quienes estuvo Jorge Altamira.

“Sabemos que crece la simpatía al FIT en las fábricas, los lugares de estudio y los barrios, lo comprobamos porque somos una fuerza militante que enfrentamos a los aparatos, la única que defiende la agenda de los trabajadores”, enfatizó Del Caño. “La casta de partidos tradicionales de los capitalistas se postula, en cambio, para gerenciar los negocios de los grandes empresarios. Han reforzado la campaña por el voto útil, que es útil para las mineras que derraman cianuro y para quienes niegan el derecho de las mujeres al aborto. Han reforzado la conciencia del mal menor, como cuando muchos que se dicen progresistas llamaron a votar a De la Rúa, a quien echamos con la movilización popular. Son los mismos que hoy dicen que hay que votar a Scioli para que no gane la derecha de Macri”, agregó y llamó a votar al FIT porque “la elección que hagamos el domingo será un fuerte mensaje político y las bancas que vamos a conquistar serán nuevos puestos de lucha en los recintos y en las calles para cada reclamo que va a dar la clase trabajadora”.

Poco antes, su compañera de fórmula, Myriam Bregman, recordó que durante el debate “si Nicolás del Caño no respondía a la pregunta sobre el aborto nadie más lo hacía, nadie quiso contestar porque nosotros somos los únicos que no escondemos los derechos de las mujeres bajo la alfombra, como hizo la centroizquierda en ese debate, por eso decimos Ni Una Menos”. La abogada y dirigente del PTS dijo que “el PRO denuncia que el Gobierno espía, el Gobierno se queja de una operación política, pero los únicos que denunciamos a esa casta política que instrumenta el espionaje somos nosotros, que denunciamos al Proyecto X, al agente Balbuena de la Federal infiltrado en una agencia de noticias, y al nefasto Milani, que se fue, pero dejó a miles de agentes”. “Los servicios de inteligencia y la policía de gatillo fácil, como la que asesinó al dirigente chaqueño Angel Verón, son los pilares de este estado capitalista, no son una anécdota, ni un error ni un exceso”, afirmó Bregman y remató: “nada bueno se puede esperar del gabinete de Scioli, que es un tren fantasma. El que vota a Scioli está votando al represor de la Panamericana; el que vota a Massa, que es un buchón de la Embajada de Estados Unidos, vota la política de la DEA, y elegir a Macri es votar un derechista clásico, represor en el Borda, en el Indoamericano, miembro del clan Macri que logró que la dictadura estatizara su deuda”.

En tanto, Néstor Pitrola, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y dirigente del PO, parafraseó a Altamira al decir que “los tres mosqueteros del ajuste no van a ena morar al electorado”. Gabriel Solano (PO), que encabeza la lista a diputados por la Ciudad, enfatizó que “el que vota a Kicillof mete a Viviani en el Congreso, que es el Pedraza de los taxistas”. También habló el candidato a diputado Rubén “Pollo” Sobrero, quien llamó a “reventar las urnas”. El cierre del cierre fue a coro con La Internacional, y las banderas rojas y los puños en alto.