La presidenta Cristina Kirchner destacó ayer que el Frente para la Victoria tiene “la enorme responsabilidad de cuidar y defender lo construido y también la inmensa responsabilidad de aportar gobernabilidad al país”. Desde la estación Don Bosco del Ferrocarril Roca, donde inauguró las obras de electrificación del tramo Constitución-Quilmes junto al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, la mandataria llamó a la fuerza que conduce a “no hacer lo que nos hicieron a nosotros”, en referencia al ciclo que comenzará el jueves 10 cuando asuma el presidente electo Mauricio Macri, y también a mantenerse unida. “No se puede pedir unidad a los argentinos si nosotros no somos capaces de construir nuestra propia unidad”, afirmó.

En el que fue su penúltimo acto antes de dejar la presidencia, Cristina Kirchner combinó mensajes hacia dentro y fuera del espacio que conduce. En su discurso también realizó un repaso de logros de su gestión y destacó que en los años que el kirchnerismo lleva en el gobierno se hizo en la Argentina “una conjunción de inversión en sueños, dignidades y recursos” en áreas como “escuelas, rutas y viviendas”. Además, resaltó que “los inversores te dan crédito pero no la alegría y las convicciones”. “El BID (Banco Interamericano de Desarrollo) te presta dólares, pero no te presta sueños. Los inversores te dan crédito pero no la alegría y las convicciones”, manifestó la mandataria y reivindicó la “inversión en dignidad” en la última década.

“No fueron doce años fáciles”, reflexionó la Presidenta. “Nos la hicieron bastante difícil pero lo difícil tiene un gusto diferente, el de haber superado las dificultades, los palos en la rueda y haberlo hecho con amor, sin resentimiento, para todos los argentinos”, destacó.

“Tengo la tranquilidad de que hemos defendido los intereses del país”, sostuvo la Presidenta y aseveró que “mas allá de errores y aciertos” la línea directriz su gestión ha sido “defender a la patria y a las mayorías populares”.

En otro tramo de su discurso, la Presidenta destacó que los logros conseguidos son propiedad del pueblo y llamó a defenderlos. “Si hay que ir solos, iremos solos, y si no nos acompañan los dirigentes, empuñen la bandera porque lo conseguido es de ustedes, no es de nadie, ni siquiera mía ni de Néstor, es de ustedes. Empuñen fuerte la bandera y no la suelten nunca más”, afirmó.

Dirigiéndose especialmente a los “compañeros” y a quienes “comparten el espacio” que “a cada argentino le hablen como a un hermano” y que “no se enojen con el que piensa distinto” porque “hay que tener la cabeza muy abierta para soportar un bombardeo mediático como el que se vio en Argentina”. También aconsejó no dividirse y fue entonces cuando dijo que “no se puede pedir unidad a los argentinos si nosotros no somos capaces de construir nuestra propia unidad”. En ese punto, agregó que “unidad no es unidad de los dirigentes” porque “la gobernabilidad no es que cuatro dirigentes se pongan de acuerdo sino que vayan a las fábricas, a los barrios, a los colegios y universidades para allí convencer y persuadir”.

“Traidores y traiciones hubo siempre (pero) son necesarios. Si no hay traidores, ¿cómo distinguís a los leales?”, se había preguntado un rato antes la Presidenta durante una de las tres videoconferencias que mantuvo antes de inaugurar las obras de electrificación del Roca (ver aparte). Lo hizo luego de que el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, dijera que las últimas elecciones fueron “sólo una derrota electoral pero lo importante son las convicciones que se mantendrán, aunque seguramente ahora llegarán las traiciones”.

Randazzo no fue el único miembro del gabinete nacional que acompañó a Cristina Kirchner. También estuvieron con ella los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Economía, Axel Kicillof. Además, participaron del acto los intendentes de Quilmes, Francisco Gutiérrez; y de Berazategui, Juan Patricio Mussi; y la diputada nacional Mayra Mendoza.

El gobierno nacional “hizo la inversión ferroviaria más importante de los últimos 60 años”, enfatizó CFK y no pasó por alto que la electrificación del Roca era “un sueño prometido durante décadas”. La mandataria había llegado hasta la estación Don Bosco tras abordar en Quilmes uno de los 300 coches eléctricos cero kilómetro que incorporará el servicio que une Capital Federal con el sur del conurbano y La Plata.

Las obras de modernización del Roca demandan un presupuesto de 500 millones de dólares. Los trabajos en ejecución comprenden el montado de cañerías, cables de media y alta tensión y electrificación. El tramo que se inauguró ayer, de 17 kilómetros, beneficia a las paradas de Avellaneda, Sarandí, Villa Domínico, Wilde, Don Bosco y Bernal.

Sobre la etapa que arrancará en la Argentina con el recambio presidencial del próximo jueves, Cristina Kirchner no solo se comprometió a aportar a la gobernabilidad y llamó a tener la responsabilidad de no hacerle a Macri lo hicieron con su gobierno. También avisó que “van a intentar que nos enfrentemos, no les hagamos el juego, mantengámonos unidos”. “Ojalá que todos los argentinos puedan vivir cada día mejor y tengan más cosas”, agregó.