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“El Gobierno se niega sistemáticamente a aumentar el sueldo de los estatales porque está priorizando el pago de intereses y capitales de la deuda externa mientras en el país aumentan la pobreza y el desempleo. No se puede hacer lo mismo que se hizo siempre y esperar otros resultados”, dijo ayer Pablo Micheli, el titular de ATE, durante un nuevo paro nacional del sector. La Asociación impulsa un plan de lucha por una mejora en los salarios y el pase a planta permanente de todos los contratados en la administración pública nacional, provincial y municipal.
De la protesta participaron trabajadores del Senasa, judiciales, de los ministerios de Salud, de Justicia, auxiliares docentes, municipales y personal de los hospitales nacionales y provinciales, entre otros. Los afiliados de la Capital Federal y el conurbano hicieron una marcha desde el Congreso a la Plaza de Mayo, donde la orquesta del Teatro Colón y su coro abrieron el acto.
Los estatales, quienes iniciaron la discusión paritaria el lunes, criticaron al ministro de Economía Roberto Lavagna, el principal obstáculo frente a su pedido de aumentos. Micheli consideró que hoy “una familia tipo necesita para vivir no menos de 1580 pesos. Es una inmoralidad que el salario mínimo sea de sólo 450”. En igual sentido se pronunció el titular de ATE bonaerense, Hugo Godoy, quien sostuvo que el gobernador Felipe Solá se niega a atender los reclamos “pese a estar sentado sobre un colchón de plata que utiliza para hacer tejes y manejes con el viejo sindicalismo”.
En el interior del país se impulsaron distintas modalidades de protesta. En algunas provincias, como en Entre Ríos, se convocó a un paro sin asistencia a los lugares de trabajo, mientras que en otras se realizaron asambleas o movilizaciones. En Catamarca los empleados continuaron una huelga que ya lleva diez días.