Si el ingreso mínimo de los docentes no pasa de 710 a 850 pesos, el próximo 6 de marzo no comenzarán las clases en la provincia de Buenos Aires. La advertencia fue confirmada ayer por el Frente Gremial Docente, que integran la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y el Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (Suteba). Aunque reconoció que hay una “gran diferencia” entre los sueldos reclamados y lo que “puede pagar” el Estado, el gobernador Felipe Solá se declaró “optimista” sobre el inicio de las clases.

Hoy habrá una reunión clave entre los dirigentes gremiales y las autoridades bonaerenses, continuación del encuentro que ayer pasó a cuarto intermedio. Esta tarde, el gobierno provincial formalizará una propuesta de recomposición salarial para los 230 mil docentes de la jurisdicción.

En un comunicado conjunto, los titulares de la FEB, Mirta Petroccini, y del Suteba, Roberto Baradel, ratificaron que insistirán con los reclamos de aumento e incorporación al salario básico de las sumas hoy percibidas “en negro”. Los sindicalistas adelantaron también que, después de la reunión, realizarán una consulta a los docentes bonaerenses para definir las medidas a tomar, en caso de que la propuesta oficial no les resulte satisfactoria. Los rumores indicaban que el gobierno sólo ofrecerá 80 pesos de aumento y que éste no sería incorporado al básico.

Adriana Puiggrós, directora de Cultura y Educación de la provincia, avisó que en la reunión de hoy habrá una oferta, “pero será muy difícil que se acerque al monto que solicitan, porque la provincia está con muchas dificultades en términos económicos”. Y agregó: “Espero que todos los actores del sistema educativo tengan sensatez y podamos arrimar posiciones”. A su vez, el optimista gobernador Solá consideró, en declaraciones radiofónicas, que percibe “ánimo de comenzar las clases” por parte de los docentes. Según dijo, el problema no es el pedido de incrementar el mínimo salarial, sino el de “llevar el aumento a toda la escala docente”, ya que, si el reclamo comprendiera “sólo el mínimo, no habría problema”.

Al reclamo salarial se sumaron los auxiliares afiliados a UPCN: piden que se les otorguen aumentos similares a los que reciban los docentes. “Exigiremos un trato igualitario –dijo el secretario gremial del sindicato, Marcelo Heredia–, porque todos los sectores que integran el sistema educativo tienen una importancia sustantiva, en especial en la provincia, donde los comedores constituyen, lamentablemente, el lugar donde muchos chicos hacen su única comida diaria.” En un marco más amplio, representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) insistieron en su exigencia de incorporar al básico las bonificaciones para garantizar un salario de 850 pesos. También piden un nuevo escalafón para los estatales.