EL PAíS › JORGE TELERMAN, JEFE DE GOBIERNO

“No me veo candidato, y además hay tantos...”

En esta entrevista el jefe de Gobierno porteño adelanta los ejes de su gestión y habla de su intención de abrir el diálogo. Sus planes para 2007 y su relación con el Gobierno.

 Por Santiago Rodríguez
y Eduardo Videla

Con su gabinete en funciones, Jorge Telerman ya está definitivamente instalado en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aunque todavía no se mudó al despacho que ahora le corresponde: a la espera de que lo acondicionen a su modo, todavía sigue en el que fue suyo durante los últimos años. Allí recibió ayer a Página/12 y habló de su “vocación de diálogo” y su “apertura” hacia otras fuerzas políticas, un rasgo que quedó de manifiesto en la reunión que más tarde mantuvo con el macrismo en la Legislatura. También volvió a restarle importancia a la distancia que le impuso el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y prefirió no referirse a la notoria ausencia de kirchneristas en la jura de sus ministros. “No habrán tenido tiempo”, ironizó. Telerman comentó algunos de sus planes de gestión y, como era de esperar, dijo que no se ve como candidato para 2007.

–¿En qué se diferencia la matriz política de su gobierno con la que en su momento planteó Ibarra?

–En términos de coalición no hay diferencias; sí hay impronta personal como en todo gobierno. Yo fui candidato a vicejefe en la misma boleta, así que no sólo compartimos valores en relación con la otra parte de la gestión, sino que éste es además un gobierno que expresa acuerdos con fuerzas políticas del espectro que algunos definirán como centroizquierda y otros nacional y popular.

–Es evidente que, en términos políticos, Ibarra no pudo terminar de consolidar ese espacio, ¿supone que usted podrá hacerlo?

–Le voy a poner todo mi esfuerzo y de allí mi vocación de diálogo. Creo esto se logra con mucho diálogo, mucho más en épocas como ésta en que la representación política aún no se ha recompuesto. Las acciones y las actitudes personales hacen diferencia y me he obligado a tener actitudes de diálogo y apertura. Hace una semana que asumí y ya he hecho reuniones con el bloque del kirchnerismo y con el espacio de Macri y ya pedí reuniones con la izquierda y con el ARI. Voy a tener una acción ejecutiva que nos permita rendir cuentas y dialogar con frecuencia con la Legislatura. La vida de los partidos políticos está debilitada y por eso hice tanto hincapié en el caso de Descentralización en la convocatoria al Partido Socialista. Hice una propuesta formal para que se integrara a un espacio de gobierno y hubo una respuesta orgánica del socialismo que designó a su persona en su representación.

–Fue una decisión que le generó un costo político con el kirchnerismo.

–Sé que algunos compañeros podían genuinamente aspirar a ocupar ese lugar y sin duda lo hubieran hecho con igual solvencia, pero yo privilegié los acuerdos políticos con otras fuerzas. Eso no va en desmedro de muchos otros compañeros del peronismo que vienen trabajando en el tema de descentralización. Asumo la responsabilidad y no me arrepiento: he hecho honor a un partido con una tradición en la ciudad muy importante y que tiene que estar en un espacio de estas ideas. Además, creo que le he hecho honor al gobierno nacional, porque se fortalece también teniendo una inclusión orgánica de un partido.

–Siendo que se definió en varias ocasiones como “más que kirchnerista”, ¿cómo explica que en la jura de sus ministros no haya habido funcionarios nacionales ni representantes del kirchnerismo?

–No lo tengo que explicar yo, sino quienes no vinieron. Lo entiendo, lo acepto, pero francamente no le doy importancia.

–Algún análisis político habrá hecho al respecto.

–No habrán tenido tiempo.

–¿Qué relación se plantea establecer con el macrismo?

–En los temas centrales que hacen a lo que se llama políticas de Estado, y que yo prefiero llamar proyectos, la mejor posible. La intención es discutirlas y pedir acompañamiento porque el día de mañana quizás terminen ellos también en la necesidad de apoyos para hacerlas. Cuando comience laépoca electoral, vamos a confrontar y por eso quiero aprovechar estos meses donde todos vamos a ser más buenos y generosos para avanzar sabiendo que en febrero o marzo del año que viene la toma de posiciones electorales obviamente nos va a hacer confrontar.

–¿Se imagina confrontando con los dos sectores del macrismo o con alguno puede haber algún tipo de acercamiento?

–Una cosa son los sectores y otra los individuos. Lo que pueda hacer cada uno de los individuos que están en un sector político... ojalá todos se vinieran con nosotros. Pero con el macrismo vamos a tener una confrontación electoral porque tenemos dos visiones distintas de la ciudad.

–¿En la lógica del kirchnerismo le parece posible mantener reuniones con el macrismo?

–No me cabe duda de que lo va a ser. De hecho, la primera reunión orgánica que tuve con un bloque de la Legislatura fue con ellos, con Talento y Kravetz; claramente: Talento y Kravetz.

–Usted no habla de la lógica de la Casa Rosada, sino de la suya...

–Si fuera la Casa Rosada no me cabe la menor duda; los que convivimos en un territorio siempre tenemos pujas menores, pero que después la realidad las supera. Las idas y vueltas que tenemos con algunos compañeros del territorio de la ciudad no tienen nada que ver con mi relación institucional con la Casa Rosada, que no interviene en eso. Las diferencias que tengamos no le quitan el sueño a nadie y aburren al resto de la población. En el andar y el hacer se verán las necesidades y las conveniencias de ir juntos para el mismo lado.

–¿Cómo le gustaría que recuerden su gestión?

–No soy melancólico y como el largo y el corto plazo empiezan hoy quiero que trabajemos en forma simultánea en dos líneas: la del ABL, de un gobierno que está en la calle, que limpia, corta el césped, arregla escuelas y hospitales, le da vida celebratoria a la ciudad y hace la tarea de la intendencia propiamente dicha; y la de llamar al diálogo, proponer planes maestros y plantarnos frente a la construcción de la Buenos Aires del bicentenario. Esa tarea es la del intendente que reúne a las fuerzas dinámicas de la sociedad y les plantea qué tal si vamos por este lado: con estos puentes, con el pasaje de la Costanera desde Puerto Madero hasta la Ciudad Universitaria, con la autopista ribereña, con la urbanización de la Villa 31, con el plan de subterráneos. Son grandes obras que exceden largamente a una gestión, pero que si no las pensamos hoy y en conjunto el bicentenario nos agarra nuevamente diciendo qué bueno que sería hacer.

–¿Y cómo cree que se va a recordar el gobierno de Ibarra?

–Sin duda la crisis política va a ser una señal muy fuerte para recordar. Espero que sea recordado como un gobierno que le ha dado énfasis a la defensa de lo público, que es cierto que tuvo que afrontar una crisis económica y política tremenda y lo hizo con solvencia, y que no quede la imagen del gobierno que cayó porque hay cosas que con justicia podrían recordarse.

–Habiendo sido parte de esa gestión, ¿qué responsabilidad le cabe en esa crisis política?

–Si el gobierno no quiso o no pudo establecer los diálogos y el desarrollo del marco político, todos los que hemos estado allí aun si pensábamos que había que hacer otra cosa no supimos hacernos escuchar. La crisis política y además las formas institucionales en la ciudad determinan la concentración para bien y para mal en una única persona; sin cambiar las normas institucionales me gustaría ponerme yo mismo un corsé para que eso no me sucediera y encorsetar la potencialidad de que tu individualidad decida las cosas.

–¿Qué diálogo tiene hoy con Ibarra?

–Hace mucho que no nos vemos.

–Al día siguiente de haber asumido hizo una convocatoria a los padres de Cromañón y sólo vinieron algunos. ¿Qué evaluación hace al respecto?

–Después hubo otras que no trascendieron. La primera trascendió porque fue al día siguiente de haber asumido, pero después nos reunimos con ochenta o noventa padres. Me voy a seguir reuniendo individual y colectivamente cuantas veces haga falta.

–¿Tiene previsto reunirse con Kirchner en el corto plazo?

–La semana pasada estuvimos juntos por lo de Aguas...

–Pero más allá de las cuestiones de gestión, ¿tiene pensado encontrarse para hablar de política?

–No, espero que no. Obviamente, si alguna vez quiere reunirse conmigo va a ser un honor encontrarme con el Presidente para hablar de ese tema, pero me parece que nuestro diálogo va a estar determinado por estas muy buenas y lindas necesidades que son cómo hacemos un puente, la autopista, cómo urbanizamos la Villa 31.

–¿A qué candidato supone que va a votar en 2007?

–A uno de este sector que continúe estas políticas.

–¿Podría ser usted mismo?

–Hoy no me veo como candidato, pero además hay tantos...

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