Tras el multitudinario acto en Gualeguaychú, el gobierno argentino volvió a dejar entrever la posibilidad de restablecer las negociaciones con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez. El encargado de insistir con el retorno de la buena onda fue el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien sostuvo que la presentación argentina ante el Tribunal Internacional de La Haya “no significa que las puertas no están abiertas para encontrar una solución racional y equitativa, que asegure a los entrerrianos un estudio adecuado para garantizar que no va a estar en riesgo su futuro en términos ambientales y que les permita a los uruguayos seguir adelante con sus inversiones”. La hendija entreabierta al diálogo vino luego de una retahíla de críticas de un lado y el otro del río.

Subido a ese tren, ayer el gobernador bonaerense, Felipe Solá, le respondió a Vázquez, que había deslizado tras su visita al presidente estadounidense George W. Bush que la Argentina es el país que más contamina en la región. “Se equivoca al decir que Argentina es el primer país contaminante, pero tengo un gran respeto por él, aunque creo que hay una reacción más emotiva que estratégica”, estimó Solá, quien también se mostró componedor. Incluso aseguró que, en el acto que protagonizó Néstor Kirchner, “cada vez que se nombró a los hermanos orientales, no hubo un solo chiflido, ni una sola manifestación en contra, así que la gente tiene muy claro el tema”.

Fernández, por su parte, también planteó que con sus declaraciones en Washington, el presidente uruguayo “busca cambiar el eje de la discusión”.

“Nosotros estamos hablando de que hay dos plantas que se instalan a la vera del río Uruguay y hay un tratado de 1975 que usted tiene que cumplir y hay que ajustarse a derecho”, consideró. “El Uruguay ha tomado actitudes sin consultar”, insistió, para defender la posición argentina en La Haya de que se violaron los tratados que establecen el uso compartido del río.

Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García, contribuyó a poner paños fríos tras el acto del viernes e insistió con la posibilidad de un diálogo. “Queremos ponernos de acuerdo y que se acepten algunas de las tantas propuestas que ha hecho el presidente Kirchner en todo este tramo”, sostuvo desde Puerto Madryn, donde se encontraba reunido con los ministros de Salud provinciales para analizar las políticas sanitarias a nivel nacional. “Hemos pedido una actitud deferente, una actitud tranquila, ante todo dentro del marco del Tratado del Río Uruguay para mantener un perfil de mucha discreción, de tal manera de no incentivar ningún tipo de conflictividad”, destacó.

Blumberg ecológico

Entre las múltiples repercusiones del acto, tuvo su lugar el padre de Axel, Juan Carlos Blumberg, quien salió a dar explicaciones sobre su asistencia al evento, luego de las versiones que lo vincularon al diputado part-time Mauricio Macri en una presunta candidatura conjunta en 2007. El empresario calificó de “movilización política” a favor de Kirchner al acto al que asistió Blumberg, con quien tiene un diálogo fluido. Ante esto, el ingeniero de la mano dura salió a dar explicaciones. “Fui como argentino porque esto es muy importante, yo siempre estuve conectado con el tema ecológico y tuve fábricas en los años ochenta”, argumentó. Blumberg aprovechó para criticar al gobierno del Frente Amplio. “En toda su campaña estuvo en contra de las papeleras y ahora dio un vuelco de 180 grados”, fustigó. También defendió a las papeleras argentinas contra los argumentos que Uruguay presentará en La Haya. “Las papeleras que están en la Argentina –indicó– están en el río Paraná, que tiene siete veces más caudal que el río Uruguay.”