El Foro Mundial de Educación concluyó ayer, luego de que cerca de diez mil docentes de distintos países de América latina participaran de 400 actividades diferentes. El Foro fue organizado por el gobierno porteño, Abuelas de Plaza de Mayo, Ctera y el Laboratorio de Políticas Públicas con el lema “Educación pública, inclusión y derechos humanos”.

“Más de trece mil educadores nos reunimos en Buenos Aires para rendir nuestro homenaje a todos aquellos que dejaron sus vidas en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria”, remarcaron los organizadores en el documento final. “Treinta años después, la memoria de los 30 mil desaparecidos ilumina nuestra lucha por otro mundo posible, donde la educación sea un grito de esperanza y dignidad. A ellos dedicamos este foro”, declararon.

Los participantes afirmaron su “más enfático rechazo a las políticas neoliberales que cristalizan la injusticia social, la segregación y la exclusión de las grandes mayorías”. “Estamos convencidos de que la educación es un derecho humano inalienable, una herramienta poderosa en la construcción histórica de una sociedad más justa e igualitaria”, remarcaron. Como una implícita alusión al conflicto de las papeleras, reivindicaron el “principio de unidad de los pueblos latinoamericanos y su capacidad de resolución de todo conflicto, por medio de estrategias que consoliden lazos regionales de solidaridad y fraternidad” y se pronunciaron “contra toda forma de privatización de la educación” y contra los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos.