El ex agente de inteligencia Raúl Guglielminetti admitió que era conocido bajo el alias de “Guastavino”, el seudónimo que utilizó durante la última dictadura. Ayer fue indagado por el juez federal Daniel Rafecas y argumentó que, si fue visto en algún centro clandestino de detención, se debió a que tenía como misión el “control de las dependencias de las fuerzas de seguridad”. Sin embargo, negó haber participado de la represión ilegal.

Guglielminetti fue arrestado por Interpol, luego de que Rafecas reiterara su orden de captura. En ese caso la había pedido por su actuación en el centro Automotores Orletti, que fue la base del Plan Cóndor en Buenos Aires. El año pasado la había solicitado por los secuestros y torturas realizados en El Banco, El Atlético y El Olimpo. Estuvo prófugo hasta el miércoles, cuando fue ubicado en una quinta de Mercedes.

Además de haber integrado el staff de la Triple A y de varios campos de la dictadura, Guglielminetti siguió operando en democracia. Llegó a ser custodio del ex presidente Raúl Alfonsín y trabajó en el grupo de inteligencia paralelo “Alem”, que fue desarmado después del secuestro del empresario Osvaldo Sivak. De hecho, los secuestros extorsivos fueron una de las especialidades en las que se recicló.

Ayer, aseguró ante el juez y el fiscal Federico Delgado, que, como personal civil de inteligencia del Ejército, una de sus tareas era la inspección de las dependencias de las fuerzas de seguridad, pero intentó desvincularse de la represión ilegal. “El Atlético era una división de suministro de la policía y El Olimpo, un playón policial; pero Orletti... era un taller mecánico”, señaló una fuente judicial en alusión a que es difícil justificar la presencia en ese lugar sin que esté relacionado con los desaparecidos que estaban allí secuestrados. El paso de Guglielminetti por los diferentes centros clandestinos está documentado por testimonios recogidos en la investigación judicial. Los actores Marta Bianchi y Luis Brandoni, entre otros, lo identificaron como uno de los laderos del represor (fallecido) Aníbal Gordon, jefe de Orletti. El represor durmió ayer en la cárcel de Marcos Paz.

También pasó por el juzgado de Rafecas el ex agente de la SIDE Honorio Martínez Ruiz, quien ya estaba detenido por el robo a las cajas de seguridad del Banco Nación. En este caso el trámite fue corto, ya que el represor se negó a declarar. El coronel Rubén Visuara, ex jefe de la Dirección de Operaciones Tácticas de la SIDE –otro de los arrestados el miércoles–, no se presentó ante Rafecas por razones de salud. Visuara participó, en mayo del 2004, de una cena con políticos en el Regimiento de Patricios. Pero su estado se habría deteriorado: el cuerpo médico forense lo verificará.

Rafecas también imputó a diez represores uruguayos que actuaron en Orletti. Solicitó la extradición de José Nino Gavazzo, Ernesto Avelino Ramas Pereira, Jorge Alberto Silveira Quesada, Ricardo José Medina Blanco, Jorge Ricardo Arab Fernández y Gilberto Valentín Vázquez, quienes ya estaban detenidos. Y ordenó la captura de Manuel Cordero, Luis Alfredo Maurente, Ernesto Soca y Ramón Díaz Olivera. Todos pertenecieron al Servicio de Información de Defensa (SID) uruguayo, que dependía del Ministerio de Defensa Nacional y que operó en la Argentina junto a la SIDE.