Ya había estado detenido en septiembre del año pasado, pero lo excarcelaron por “falta de mérito”; con el correr de los días aparecieron más y más denuncias de sus víctimas... tantas que el juez federal de Formosa Marcos Bruno Quinteros decidió, el 7 de junio, pedir nuevamente su captura. Recién ayer apareció: el general retirado Jorge Eusebio Rearte, jefe de la Casa Militar durante el menemismo, se presentó al mediodía en el edificio Centinela de Gendarmería Nacional y ahí mismo quedó demorado a la espera de la resolución de su situación procesal. Se lo acusa de diversas violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura militar en la provincia de Formosa.

Durante 1976 y 1977, Rearte era el jefe de Operaciones del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa, donde funcionaba la “colonia San Antonio o La Escuelita”, el mayor centro clandestino de detención de esa provincia durante la dictadura. Según el abogado Pedro Atilio Velásquez Ibarra –uno de los querellantes de la causa que fue secuestrado, detenido y torturado en ese lugar–, el imputado era el “jefe y máximo responsable” de La Escuelita. En mayo pasado, el abogado Williams Dardo Caraballo, que patrocina a Roberto Antenor Gauna e Ismael Rojas (también querellantes), ya habían solicitado la captura nacional e internacional del militar.

El militar, oriundo de La Rioja, está imputado en la causa “Carrillo, Fausto Augusto y otros, sobre desaparición forzada”. Carrillo era un abogado paraguayo que fue secuestrado en ese país y trasladado, en un operativo del Plan Cóndor, a La Escuelita en Formosa. Allí fue visto con vida por última vez y, según el testimonio del sobreviviente Ismael Rojas incluido en el Nunca más, se encontraba “muy mal por las torturas, había perdido las uñas”. Esta causa se inició a partir de una denuncia de Martín Almada, quien luego de descubrir los archivos del terror en Paraguay en 1992 (ver aparte), solicitó a la Justicia de Formosa que impulsara una pesquisa al respecto, en base a datos que confirmaban que Carrillo había estado detenido ilegalmente en la Argentina.

Luego de que le revocaran la prisión preventiva a Rearte en septiembre del año pasado, el juez Quinteros continuó recibiendo testimonios y, según comentaron fuentes judiciales, las motivaciones para detenerlo “son contundentes porque se le imputaron dos secuestros”, y además “se le agregaron 22 casos de privación ilegítima de la libertad”. Actualmente, los cargos que recaen sobre el militar son “asociación ilícita en grado de jefe u organizador, privación ilegítima de la libertad agravada reiterada en por lo menos 30 hechos y tormentos agravados”.

Pese al pedido de captura cursado en junio por el Juzgado Federal de Instrucción Criminal y Correccional Número 2 de la ciudad de Formosa, hace algunos días, el abogado Caraballo le reclamó con carácter de “muy urgente” a la Justicia federal la intervención del jefe del Estado Mayor General del Ejército, general Roberto Bendini, para materializar la detención de Rearte, a quien el ex presidente Menem puso al frente de la Casa Militar luego de conocerlo mientras estuvo preso en la localidad formoseña de Las Lomitas durante la última dictadura militar.