Los radicales K concurrirán finalmente a la Convención partidaria que se realizará entre el viernes y sábado próximo en Rosario y planteará allí su posición favorable a un acuerdo con el Gobierno. Así lo anunció ayer en Bariloche el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, tras un encuentro con otros referentes de ese sector. “No le tenemos miedo al debate”, aseguró el mandatario, quien vaticinó que la discusión con los alfonsinistas que impulsan la candidatura de Roberto Lavagna “va a ser dura y seguramente va a haber cruces”.

En la Convención del próximo fin de semana, los radicales afines a la Casa Rosada defenderán el documento que surgió del encuentro del pasado 12 de agosto en Vicente López. Allí, los gobernadores e intendentes K manifestaron su adhesión a la concertación convocada por Néstor Kirchner.

“Hemos decidido aceptar el desafío del Presidente de buscar un acuerdo programático con el Gobierno”, reiteró Saiz en Bariloche, donde varios referentes de ese sector se juntaron nuevamente. Estuvieron los intendentes Gustavo Posse (San Isidro), Daniel Katz (Mar del Plata), Horacio Quiroga (Neuquén) y Antonio Rins (Río Cuarto). Los otros gobernadores del radicalismo K –el mendocino Julio Cobos, el santiagueño Gerardo Zamora, el correntino Arturo Colombi y el catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral– enviaron emisarios.

La excusa para reunirse en Bariloche fue respaldar a los candidatos de la UCR para la próxima elección en esa ciudad –que será un anticipo del escenario que podría plantearse cuando Saiz vaya en busca de su reelección como gobernador–, aunque el motivo central del encuentro fue definir la estrategia de los K de cara a la Convención. Ese cónclave partidario fue convocado con el propósito de definir la política electoral para las presidenciales del 2007.

El oficialismo partidario acompaña la idea de Raúl Alfonsín de promover la candidatura de Lavagna en el marco de una alianza opositora al Gobierno que contenga también al duhaldismo y tiene representantes suficientes como para imponer su criterio en la Convención. Los K –quienes prefieren definirse como G por eso de que son “los radicales que gobiernan”– no quieren enfrentarse con Kirchner y reclaman que se deje en libertad de acción a cada distrito para establecer la estrategia electoral nacional que más le convenga a cada uno.

Los gobernadores e intendentes radicales cercanos al Gobierno habían resuelto en Vicente López que no concurrirían a la Convención del partido, pero con el correr de los días empezaron a replantearse aquella decisión y finalmente enviarán representantes a Rosario el viernes y sábado próximos.

“Se hizo un análisis más profundo y coincidimos en que el documento tenía que llegar a la Convención”, explicó Saiz. Los radicales K querían ir a defender su cercanía con el Gobierno para no regalarle todo el escenario al alfonsinismo, pero dudaban de hacerlo para no aparecer legitimando ese cónclave y un eventual lanzamiento de la candidatura del ex ministro de Economía.

Saiz remarcó que “hubo un cambio de actitud y no se va a tratar el tema de Lavagna, así que éste es un obstáculo que se ha eliminado”, y aclaró que “no nos importa la votación sino ratificar nuestra pertenencia a la UCR”. También subrayó que desde el alfonsinismo “ya dejaron de hablar de las expulsiones del partido” de quienes son habitués de la Casa Rosada. Aunque el rionegrino evitó hablar de candidaturas y señaló que aún no es momento para eso, Quiroga sí lo hizo y fue terminante: “Me gustaría ver a Kirchner de presidente por otros cuatro años”, afirmó.