La propuesta de que los jóvenes de 16 años voten para elegir a las autoridades de las comunas de la ciudad de Buenos Aires encontró a Jorge Telerman aliado con el macrismo y enfrentado al kirchnerismo. “Lo más importante es sacar el proyecto adelante”, dijo la presidenta del bloque macrista Compromiso para el Cambio, Gabriela Michetti, quien atribuyó a esa fuerza la autoría de la idea y consideró “probable” que la Legislatura la apruebe. En cambio, el titular de la bancada K, Diego Kravetz, pidió “estudiar seriamente el proyecto” y advirtió “el uso que sectores de derecha podrían hacer de esta habilitación para pedir la baja de la imputabilidad a los 16 años”.

Los reparos de Kravetz al proyecto que Telerman presentará formalmente hoy y que confiere a los adolescentes el derecho a votar dieron lugar a una dura réplica de la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti. “Es hora de que avancemos para estar a la altura de los grandes debates y no de achicar el debate para que esté a nuestra altura”, sostuvo la funcionaria, responsable de la redacción de la iniciativa junto al director de Juventud del gobierno porteño, Matías Novoa Haidar. Además, remarcó que el proyecto “es una respuesta a la derecha que puede buscar bajar la edad de imputabilidad, ya que convierte a los jóvenes en sujetos de derecho”.

Desde el kirchnerismo también puso objeciones a la idea de Telerman el legislador Juan Manuel Olmos. “Hay que analizar profundamente cuál es el momento de madurez para que los jóvenes puedan votar”, dijo y evaluó que “si se determina que a los 16 años un joven está en condiciones para votar jefes comuneros, también lo está para votar presidente”.

La reacción de los kirchneristas contrastó con la del macrismo. Michetti explicó que CPC presentó hace mucho en la Legislatura una iniciativa en ese sentido y celebró que al jefe de gobierno “le haya gustado tanto que hasta la dio a conocer como propia”. Sólo discrepó con la idea de establecer un cupo para los jóvenes en las listas de candidatos. “No estamos de acuerdo –precisó– porque eso no depende de un fórceps, sino de una apertura hacia la participación de los partidos.”