El macrismo está preparando la cancha para empezar a definir cómo va a salir a jugar en las elecciones del año que viene. “Estoy trabajando para ser presidente”, fueron las palabras que utilizó ayer el dirigente máximo de Compromiso Para el Cambio (CPC), Mauricio Macri, en un congreso en el que festejaron el alcance nacional de su partido. “No hay negociaciones”, dijo sobre una posible alianza con Roberto Lavagna.

Al litúrgico grito de “Se ve, se siente, Macri presidente”, los casi 500 congresales de CPC de todo el país vivaron la figura de su conductor en el segundo Encuentro Nacional que realizaron en el barrio porteño de Palermo. El mismo donde él declaró que estaba “trabajando para ser presidente”, aunque también aclaró que lo decidiría el partido “a partir de un debate que comenzará a fin de año”.

Uno de los argumentos centrales que esgrimió el jefe de la bancada de diputados de PRO acerca de la definición de las candidaturas más allá de las alianzas fue que quería “saber la fecha de las elecciones y el candidato que va a intentar la reelección. Es lo único que dispara las decisiones en PRO”.

Colaboradores del ingeniero confirmaron a Página/12 que tenían “equipo técnico como para disputar la presidencia el año que viene, pero todavía está en pie el llamado a una mesa donde expongamos nuestros puntos de vista. La realidad es que no tuvimos ninguna respuesta ni señal del equipo de Lavagna; el único indicio fueron sus declaraciones en Jujuy, en donde señaló diferencias, pero nosotros creemos que hay que sentarse en la mesa para hablar y exponer posiciones”.

Macri mostró en su discurso una proyección a nivel nacional, al criticar la política agropecuaria del gobierno nacional, así como fustigó a la figura del renunciante funcionario Luis D’Elía. “La Argentina con un señor que toma una comisaría y después es funcionario público, es una Argentina que va para atrás, que no nos digan que lo sacan del Gobierno para que después su gente siga manejando todo lo que él manejaba porque no somos tontos”, dijo en alusión a la secretaría que dirigía D’Elía que ahora conducen dirigentes afines al piquetero.

Por su parte, el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, evidenció ayer que las negociaciones con Macri se estaban enfriando cuando aseguró que “a la sociedad no le interesa ni el tema de las candidaturas, ni el tema del acuerdo de Juan con Pedro, de Pedro con Juan”. Y agregó que en la solicitada en la que esbozó su programa político “hay puntos muy fundamentales y esos puntos, por ejemplo, el de un tipo de cambio alto, no son negociables porque además forman parte de un todo, no son parches”.

El macrismo intenta mostrarse abierto a conversaciones para el armado de un frente opositor que compita con el oficialismo kirchnerista en las elecciones del 2007, pero son más las fricciones que los acuerdos no sólo con Lavagna, sino también con el partido de Ricardo López Murphy, Recrear.