Néstor Kirchner tiene otra razón para festejar el triunfo de Rafael Correa. El presidente electo de Ecuador no solamente aseguró que el mandatario argentino le dio “suerte” tras recibirlo en la Casa Rosada, sino que dijo que iba a emular el “modelo de desarrollo” implementado por el santacruceño.

Correa dio muestras de agradecimiento durante una reunión con el viceministro del Interior, Rafael Follonier, quien viajó recientemente a Quito para llevar el saludo presidencial. Follonier estuvo acompañado por el embajador argentino en Ecuador, Carlos Piñeiro.

Kirchner había recibido a Correa hace tres meses y le deseó suerte en los comicios, en los que finalmente se impuso al candidato de la derecha, el multimillonario Alvaro Noboa. En aquella oportunidad participaron de la reunión el propio Follonier y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Correa llega al gobierno con un discurso de izquierda. Una de sus propuestas es la renegociación de la deuda pública para que su peso no sea tan fuerte en el presupuesto nacional, ya que en este momento pasa el 40 por ciento del total. Uno de los problemas que agobia a la economía ecuatoriana son los altos intereses de la deuda externa y los vencimientos de corto plazo en los compromisos internos, lo cual provoca un problema de liquidez.

Correa adelantó en ese sentido que podría seguir el camino adoptado por Argentina, Brasil y Uruguay de cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional y de canjear los bonos del Tesoro en el mercado financiero para abaratar el servicio y extender los vencimientos.

Según informaron cerca de Follonier, Correa podría realizar una nueva visita al presidente Kirchner antes de asumir el cargo. Y, tras presentar al viceministro del Interior a gran parte del futuro gabinete ecuatoriano, “esbozó –siempre según fuentes argentinas– una amplia agenda de cooperación entre ambos gobiernos”.