Martes, 5 de diciembre de 2006 | Hoy
SOCIEDAD › PUEBLADA EN CORDOBA POR LA VIOLACION Y ASESINATO DE UNA NENA
Tres familiares de la nena fueron detenidos por el hecho. Ya había habido denuncias en su contra. Los vecinos de Corral de Bustos incendiaron siete juzgados y quemaron el auto de un juez.
Por Carlos Rodríguez
Hasta ayer, Corral de Bustos, en el sur de Córdoba, era una ciudad tranquila. Todo cambió por el asesinato de Ariana Sabache, una nena de 3 años que fue golpeada y abusada sexualmente por miembros de su propia familia. El sepelio se realizó ayer por la mañana, luego de una misa en la Catedral local, pero al mediodía estalló la furia, cuando cerca de dos mil vecinos se dirigieron al Palacio de Tribunales. Los manifestantes ocuparon las dos plantas del edificio, donde quemaron papeles y muebles. Los más exaltados sacaron a la calle, para destruirlas, computadoras, máquinas de escribir y otros elementos que pertenecían a los siete juzgados que allí funcionan. También fue quemado el automóvil de uno de los jueces. La bronca contra el Poder Judicial se debió a que dos detenidos por el crimen, el padrastro de la nena y un hermano del hombre, habían sido denunciados varias veces por distintos delitos. Los vecinos sostienen que si los jueces hubieran escuchado sus reclamos se habría evitado la tragedia. Por el crimen también está presa la madre de la nena asesinada. Anoche seguía ocupada la plaza principal del pueblo, situada frente a la intendencia, el Palacio de Tribunales y la Catedral.
“Hubo un ataque directo al edificio de Tribunales, que ha sido saqueado y prendido fuego en gran parte de su estructura. La turba impedía el trabajo de los bomberos.” Con la voz agitada por la situación que se había vivido a metros de su despacho, el intendente de Corral de Bustos, Gustavo Torre, hizo las primeras declaraciones a la prensa. El alcalde confirmó que la gente se enojó porque dos de los autores del hecho habían sido denunciados varias veces. “Los pobladores están indignados porque esta gente tiene antecedentes, pero no hay forma de hacerles entender que si han sido detenidos en alguna oportunidad por el robo de un estéreo o de una máquina de cortar césped, no se les pueden dar 25 años de cárcel.”
La situación alcanzó tal virulencia –más de dos mil movilizados durante la jornada sobre una población de 13 mil habitantes– que el presidente del Tribunal Superior de Justicia provincial, Luis Rubio, tuvo que viajar a Corral de Bustos, 325 kilómetros al sur de Córdoba capital. Junto con el intendente recibieron a una delegación de quince vecinos, pero no hubo acuerdo. La protesta seguía anoche frente a la intendencia y el jefe comunal tuvo que bajar a dialogar con los manifestantes. Un vocero de la intendencia le dijo a este diario que Torre “prometió sancionar al personal policial que haya incurrido en falta frente a las denuncias de los vecinos, pero también les aclaró que no está entre sus funciones producir cambios en el Poder Judicial”.
El parte policial del caso comenzó en la madrugada del sábado, cuando la nena de 3 años ingresó al Hospital Regional de Corral de Bustos y los médicos constataron que había recibido fuertes golpes en el rostro y en el tórax. La pequeña fue llevada por su madre, Malvina Inés Sabache, de 24 años, quien para justificar el cuadro dijo que la niña “se había golpeado por una caída”. Los médicos hicieron la denuncia ante la policía cuando comprobaron que la criatura había sufrido abuso sexual. “Esto lo tienen que corroborar los peritos, pero en principio se cree que hubo abuso sexual con acceso carnal”, precisó a este diario un vocero del hospital.
La nena falleció poco después y fuentes policiales aseguraron que se corroboró que había sido violada y asesinada a golpes. En primer lugar se detuvo a la madre y con posterioridad al padrastro de la nena, Néstor Mercado, de 21 años, y a su hermano César Mercado, de 23. Durante el fin de semana la indignación popular fue creciendo, hasta llegar el lunes al sepelio. El párroco de Corral de Bustos, Carlos Arce, recordó que la misa de cuerpo presente que se hizo en la Catedral transcurrió sin incidentes, con la participación de unas 500 personas.
La movilización a los tribunales fue al mediodía y participaron unas dos mil personas. La mayoría de los asistentes eran vecinos de la nena y su familia. Ellos viven en un barrio construido con fondos provinciales en el que habitan “unas mil personas que se conocen entre sí y que tenían muy mala opinión de los hermanos Mercado, que habían sido denunciados antes por robos, actos de patoterismo y hasta por ruidos molestos”, comentó una fuente policial que recibió la queja de los vecinos movilizados.
Las principales críticas fueron contra el juez de instrucción Jorge Farías y contra el fiscal Raúl Moll, que habían intervenido en algunas de las denuncias realizadas antes contra los hermanos Mercado. La primera víctima de la ira popular fue el juez Farías, cuyo automóvil, estacionado frente a los tribunales, fue incendiado por los manifestantes. Los bomberos no podían ingresar al edificio para apagar el incendio que ya estaba en su apogeo y los cuarenta empleados que se encontraban en el lugar tuvieron que salir por una puerta secundaria, hacia una calle lateral, sin pasar por la plaza donde estaba reunida la multitud.
La policía disparó gases y balas de goma contra los manifestantes. Un parte posterior dijo que dos de los uniformados fueron heridos, al ser alcanzados por piedras arrojadas por los vecinos. Los vidrios del edificio judicial fueron rotos a pedradas. Cuando las cosas se fueron calmando, fue reforzada la guardia policial, para evitar un intento por linchar a los tres detenidos. El fiscal Moll informó que la madre de la pequeña está acusada de “homicidio calificado” por el vínculo, mientras que los dos hombres detenidos tienen cargos por “homicidio simple” y también por “abuso sexual gravemente ultrajante”.
La jefa de la comisaría de Corral de Bustos, Viviana Gramajo, había tomado algunas previsiones porque se esperaba un estallido luego de que algunos manifestantes, el domingo por la tarde, arrojaran piedras sobre la casa en la que vivían familiares de los hermanos Mercado. De todos modos, lo ocurrido superó todo lo previsto. Ante la magnitud de los hechos, llegaron refuerzos de la Departamental Policial de Marcos Juárez, localidad ubicada a 70 kilómetros de Corral de Bustos. La oficial Gramajo sostuvo que “nunca había pasado algo así” en la ciudad y que todos los vecinos “están consternados” por el asesinato de Ariana. Todo hace pensar que el intendente Torre pedirá la renuncia de Gramajo.
En su reunión de anoche con los vecinos, en la plaza principal, el intendente insistió en que el caso no se relaciona con la seguridad pública: “La menor no fue raptada en la plaza o en la calle. Estaba dentro de un ámbito de promiscuidad, con su mamá, su concubino y el tío”, comentó a este diario un vocero de la comuna.
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