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El anuncio del gobernador José Manuel de la Sota de competir en las elecciones internas del peronismo provocó ayer variadas reacciones, aunque ninguna de apoyo. “Es una decisión más, el justicialismo tiene cinco precandidatos”, relativizó el ministro del Interior, Jorge Matzkin, demostrando la actual cautela del Gobierno a la hora de hacer público su aval a algún competidor, luego del portazo de Carlos Reutemann. Por su parte, desde el lado contrario de la interna del PJ, el senador Eduardo Menem aseguró que “Eduardo Duhalde ya tiene su candidato”.
Sin apoyos garantizados, De la Sota había anunciado el sábado su intención de “aceptar el desafío y participar como candidato a presidente de la Nación en las internas del justicialismo”. Poco después de que se conociera la noticia, un miembro del gabinete nacional declaró a Página/12 que “sólo si algunos de los candidatos se despega nítidamente en las encuestas, Duhalde se va a jugar; mientras eso no ocurra, habrá prescindencia”. Con las declaraciones de ayer, Matzkin continuó con esa línea.
El funcionario afirmó que la decisión del cordobés “es una decisión más”, y recordó que en la interna justicialista también competirán los ex presidentes Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá, y los gobernadores de Salta, Juan Carlos Romero, y de Santa Cruz, Néstor Kirchner. Matzkin se refirió además a la posibilidad de que algunos candidatos se presenten por fuera del PJ, como el santacruceño Kirchner, y aseguró que “si alguien no quiere participar de un partido, puede irse, pero antes” de las elecciones internas, “después, no”.
“Ahora lo inventan a De la Sota para que salga como muleto de Reutemann”, declaró –desde el otro extremo de la histórica disputa interna del peronismo– Eduardo Menem al programa “Domingos de América”. El senador no dudó en afirmar que el gobernador es “el candidato de Duhalde y seguramente le va a dar de todo a Córdoba para que aparezca como que no tiene problemas y quede mejor en el orden de la campaña electoral”. El legislador aseguró que el Presidente “va a hacer cualquier cosa para que no gane Carlos Menem”, pero que De la Sota “no va a poder sacarse de arriba el rótulo de que es el muleto”.
En el ARI no se mostraron muy preocupados por el anuncio del gobernador cordobés. “No tenemos preocupaciones sobre quién será el candidato; creemos que en la actualidad cualquiera que confronte a Elisa Carrió va a perder”, aseguró el diputado Jorge Rivas a este diario. “Teniendo en cuenta la gestión que ha hecho en Córdoba, él es muy poco como para suponer que su candidatura va a tener alguna repercusión por fuera del Partido Justicialista”, afirmó ayer por la tarde el legislador, y concluyó que “es un tema que resolverán en su interna”.
Ayer, los delasotistas prefirieron mostrarse al margen de la disputa entre duhaldistas y menemistas. “Creo que De la Sota debe ser el candidato superador de los enfrentamientos que se dieron entre ellos, sin exclusiones y a partir de la tolerancia que la sociedad está reclamando”, afirmó ayer a Página/12 el diputado Eduardo Di Cola. Al referirse a la falta de apoyos claros de la candidatura del “Gallego”, el legislador declaró que “se ha conversado con muchísimos dirigentes del justicialismo, con sectores de la economía, empresarios y sindicalistas, pero la responsabilidad nos indica que es necesario que sea el tiempo y los que están dispuestos a apoyar quienes lo hagan público”.
Desde hace dos semanas, el mandatario cordobés habló más de una vez con el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, el candidato más firme a acompañarlo en la fórmula. También existieron comunicaciones con Carlos Reutemann, de quién sólo logró la promesa de un apoyo futuro. Según los trascendidos, el gobernador santiagueño Carlos Juárez sería otro de los que avalará al flamante precandidato justicialista cuando comience la campaña.
De la Sota anunció ayer que se tomará licencia a partir del 1º de agosto para comenzar la campaña y dejará a Hernán Olivero –presidente de laLegislatura– como gobernador interino. Aunque en las filas delasotistas se comentaba que la figura de Olivero será “sólo formal”, ya que el poder real lo tendrá el actual ministro de Finanzas, Juan Schiaretti. El funcionario es desde hace tiempo el integrante de mayor perfil y exposición en el gabinete cordobés, y se presenta como una de las figuras con más chances de ser candidato a la gobernación. Según fuentes cercanas al Ejecutivo consultadas por la agencia DyN, el “Gallego” habría decidido que, sea cual sea el resultado de las internas presidenciales, “no quiere ir por la reelección” en la provincia.