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El agua y el aceite se juntaron para cocinar

El gobernador Felipe Solá se reunió con Mauricio Macri en las oficinas del empresario.
No quisieron revelar los detalles, pero sus voceros admitieron que conversaron sobre temas electorales.

Ahora que todos los precandidatos presidenciales ya largaron, dentro del PJ llegó la hora de las definiciones. Y las definiciones, a veces, suelen venir acompañadas de reuniones de lo más extrañas, en las que se juntan quienes en apariencia son como el agua y el aceite. Ayer a la mañana sucedió algo de esto cuando el gobernador bonaerense, Felipe Solá, visitó en forma reservada al empresario y aspirante a la jefatura de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri. El encuentro se filtró y a sus voceros no les quedó otra que confirmarlo, aunque a regañadientes. “Seguramente se habló de temas electorales”, dijeron.
La reunión fue en la fundación que Macri tiene en el barrio de Palermo y que utiliza como oficina para sus asuntos políticos. La calle Lafinur es de poco movimiento los fines de semana y posibilita los encuentros reservados pero, en política, es cada vez más difícil mantener los secretos por mucho tiempo. “El encuentro existió. Efectivamente estuvieron reunidos pero no tengo información”, respondió un vocero del empresario cuando la reunión se conoció por un cable de la agencia DyN. El gobernador y su gente directamente estuvieron inhallables.
Hasta hace unos días, sobre todo luego de la deserción de Carlos Reutemann, tanto Solá como Macri estaban entre los posibles candidatos presidenciales que le podían hacer frente a Carlos Menem en la interna justicialista. En rigor, Solá fue más candidateado por algún sector de la dirigencia peronista que por sí mismo porque desde hace tiempo aclaró que su único interés era renovar su mandato como gobernador. Macri, en cambio, fue precandidato por un par de días hasta que llegó el momento de oficializar su lanzamiento. Ahí se echó atrás y aclaró que sólo pelearía por el Gobierno de la Ciudad con un partido propio al que denominó “Por el Trabajo y la Equidad”.
Luego a ambos se los mencionó también como posibles compañeros de fórmula de Menem. A ninguno le interesó el ofrecimiento. El sábado, cerca de Solá confirmaban la oferta que le había hecho llegar un dilecto operador del ex presidente. La respuesta fue la misma de siempre: que a Solá únicamente le interesa volver a postularse como gobernador. Por otro lado, Solá no viene hablando en buenos términos de Menem.
Ahora, tanto Macri como Solá pueden tener algún papel que desempeñar en la interna del PJ si resuelvan apoyar a algún precandidato presidencial. Pero ese papel quedaría muy relativizado si, finalmente, las elecciones bonaerenses y las porteñas se hacen desdobladas de las nacionales. En el justicialismo se consideraba que ése podría haber sido el tema principal del encuentro –que según los trascendidos no habría sido muy extenso– entre Solá y Macri.
El sábado, Macri, junto a otros aspirantes a la intendencia como Gustavo Beliz y Rafael Bielsa, envió una carta al jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, para pedirle que separe las elecciones porteñas de los comicios para elegir presidente previstos para el 30 de marzo. Sin embargo, Ibarra ya se mostró inclinado a elegir todos los cargos el mismo día, una movida que evalúa en sintonía con el pedido de “que se vayan todos” que está instalado en la sociedad. Es muy probable que Ibarra lleve en la misma boleta a Elisa Carrió como candidata a presidente, lo que le facilitaría bastante sus posibilidades de triunfar, por lo que molesta a los otros candidatos. Con ironía, Macri, Bielsa y Beliz le escribieron a Ibarra que más que una lista sábana, con una elección unificada se estaría optando por “un telón de cine de aproximadamente 150 cargos”.
Solá ya tiene prácticamente acordado con los legisladores del PJ, y tendría también el apoyo de la bancada radical, desdoblar los comicios en la provincia. La jugada es de importancia estratégica porque neutralizaría el poder del decisivo aparato del justicialismo bonaerense -mayoritariamente duhaldista– en la interna presidencial, algo que le vendría muy bien a Menem.
Según el cronograma que manejan en la provincia, las internas podrían ser en mayo o junio del año que viene mientras que la elección agobernador pasaría para octubre. De esta forma, Solá no tendría por qué inclinarse por ningún candidato presidencial en la interna, ni quedaría atado a la suerte del justicialismo en marzo. A Macri le encantaría que el esquema se repitiera en la ciudad, ya sea que vaya con partido propio o dentro del PJ, una alternativa que todavía no está descartada. Hasta el momento, el único peronista porteño que aparece como candidato al Gobierno de la Ciudad es el ministro de Turismo, Daniel Scioli, de militancia menemista aunque hoy es funcionario de Duhalde.

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Felipe Solá y Mauricio Macri tuvieron un encuentro reservado en las oficinas del empresario.
Elecciones, listas sábana y desdoblamientos fueron algunos temas de conversación.
 
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