La afirmación del teólogo evangélico Alberto Avila de que se estaría frente a la “figura constitucional de golpe de Estado”, porque el mandato de Néstor Kirchner “prescribió el 25 de mayo”, generó revuelo en el Gobierno, que solicitó una urgente aclaración institucional.

La publicación de la opinión del vocero de la Alianza de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) movilizó a “toda la Secretaría de Culto”, según se comentaba anoche. El malestar en la Casa Rosada habría sido tal que la secretaría a cargo de Guillermo Oliveri consiguió que Aciera tomara distancia del periodista y teólogo que se desempeña como portavoz de esa organización religiosa. “Si bien Alberto Avila cumple tareas de prensa en Aciera, el escrito no es respaldado, ni considerado, ni representa en lo más mínimo el pensamiento de esta institución”, aclaró la entidad evangélica en una nota con la firma de su presidente, el pastor Rubén Proietti.

En un artículo publicado en el portal Valores Religiosos, Avila había asegurado que el mandato presidencial de Néstor Kirchner “prescribió el pasado 25 de mayo”, y se preguntó si “estamos ante la figura constitucional de un golpe de Estado”. Tras plantear que habría que analizar si es “legítimo que continúe gobernando el país”, el referente evangélico criticó que ni la prensa ni los políticos “supuestamente opositores” hablen de “una verdad elemental, un pequeño detalle que se nos pasó”.