Jorge Telerman puso ayer punto final a su vínculo político de años con Gabriela Cerruti de un modo propio de estos tiempos modernos: por medio de un mensaje de texto en el que le comunicó su decisión de removerla del Ministerio de Derechos Humanos y Sociales y nombrar en su lugar al segundo de esa cartera, Omar Abboud. La forma de ruptura –que en la Jefatura de Gobierno atribuyeron a que la funcionaria “no atendió el teléfono”– habla a las claras del estado en que quedó la relación entre ambos tras la decisión de Cerruti de mostrarse con el presidente Néstor Kirchner en señal de su apoyo a Daniel Filmus en el ballottage. El jefe de Gobierno no hará en lo inmediato ningún otro cambio en su gabinete.

“Lamento mucho la decisión del jefe de Gobierno. No puedo leerla sino como un castigo por haber apoyado al gobierno nacional y haberme reunido con el presidente Kirchner, cosa que había acordado previamente con Telerman”, analizó Cerruti en sus primeros minutos como ex funcionaria porteña.

Desde la Jefatura de Gobierno prefirieron no entrar en el juego planteado por Cerruti, quien hasta no hace mucho era una de las dos o tres personas de mayor confianza de Telerman. “No queremos hacer de esto un tema”, advirtieron, y se limitaron a decir que “Gabriela había quedado muy aislada; se había convertido en un factor complejo para el funcionamiento del gabinete”.

Cerruti estuvo a punto de acompañar a Telerman en su fórmula –lugar que quedó para Enrique Olivera a partir del acuerdo con el ARI– y finalmente encabezó su lista de candidatos a legisladores. Los caminos de ambos se bifurcaron después de la derrota en la primera vuelta del 3 de junio pasado, cuando el jefe de Gobierno se declaró “prescindente” y dejó a los miembros de su gabinete hacer lo que quisieran, pero les pidió “bajo perfil”. A Telerman y los ministros que acataron su pedido no les cayó bien la publicidad que Cerruti hizo de su respaldo a Filmus y la gota que colmó el vaso fue que se sacara una foto con Kirchner en la Casa Rosada.

Telerman tomó durante el fin de semana la decisión de echar a Cerruti y la concretó anoche a través de un mensaje de texto: “Lo siento, le pedí a Omar Abboud que se hiciera cargo del ministerio”.

“Antes la llamó dos o tres veces por teléfono, pero no lo atendió”, explicó el secretario de Prensa y Difusión porteño, Oscar Feito, y agregó que Telerman “tuvo el indicio de que iba a presentar la renuncia, pero como no lo hizo se la pidió”. También confirmó la designación de quien hasta ahora secundaba a Cerruti en su cargo.

Abboud tuvo activa participación en el Diálogo Interreligioso como secretario general del Centro Islámico y el jefe de Gobierno se inclinó por ascenderlo a ministro de Derechos Humanos y Sociales porque viene trabajando hace ya tiempo en esa cartera. “Es un militante peronista que tiene relación directa con Jorge y pertenece a su grupo de confianza”, remarcó Feito para contrarrestar a quienes relacionan su designación con su vínculo con el cardenal Jorge Bergoglio.

La salida de Cerruti implicaría también el alejamiento de la mayoría de sus colaboradores. Según decían anoche en su entorno, “sólo quedan la macrista de Tercera Edad (María Elvira Camosi) y la radical de Mujer (Silvia Collins)”.

Cerruti no le respondió a Telerman el mensaje de texto, pero no por eso se privó de contestarle: “Es un premio a mi coherencia; no fui yo quien cambió de convicciones”.