Martes, 30 de octubre de 2007 | Hoy
EL PAíS › PRIMERAS DEFINICIONES DE CRISTINA KIRCHNER COMO PRESIDENTA ELECTA
Luego del triunfo electoral, concedió una entrevista a un programa de cable. Sostuvo que las prioridades de su gestión pasarán por el combate a la pobreza y a la desocupación. Explicó que en el caudal de votos obtenido hubo un reconocimiento para la gestión del presidente Kirchner, no a ella.
Pasó casi toda la campaña sin conceder entrevistas, pero a menos de 24 horas de su elección como presidenta de los argentinos a partir del próximo 10 de diciembre, Cristina Fernández ofreció un reportaje y enumeró las prioridades que se plantea para su gestión: “Combate a la pobreza y la desocupación, educación, salud y todas las cuestiones que tienen que ver con mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y darnos mayor competitividad como país”. También habló de la inflación, de su relación con la oposición y con los medios de comunicación y del futuro de Néstor Kirchner, aunque no ofreció mayores precisiones al respecto. “Va a hacer lo que siempre ha hecho; es un animal político”, dijo y le reconoció el mayor mérito por el triunfo electoral: “Hubo un reconocimiento, pero no a mí porque nunca me la he creído, sino a la gestión del Presidente.”
Después de festejar en Olivos hasta bien entrada la noche, la todavía primera dama pasó allí todo el día. Un grupo de simpatizantes le armó un camino con pétalos de rosas en el ingreso de la Casa de Gobierno por la calle Balcarce, pero no tuvo oportunidad de transitarlo.
En la residencia presidencial, la presidenta electa recibió nuevos saludos de primer nivel, como los del español José Luis Rodríguez Zapatero, el francés Nicolás Sarkozy y el ex presidente chileno Ricardo Lagos. También la llamaron del Foreign Office británico y le propusieron “trabajar juntos” en las cuestiones pendientes entre Argentina y el Reino Unido. Entre felicitaciones y reuniones con sus colaboradores, Cristina recibió a Joaquín Morales Solá y le concedió un reportaje para su programa “Desde el llano”. En treinta minutos repasó los siguientes temas:
- Relación con la oposición
Se mostró disgustada porque “no me llamó ninguno de los candidatos que perdió” y reveló que la única política argentina que levantó el teléfono para felicitarla fue la vicejefa de gobierno electa Gabriela Michetti. Más tarde la llamó también Raúl Alfonsín. Además, manifestó que “los acercamientos y los diálogos no pueden solamente ser exigibles al Gobierno, sino que deben ser de los dos lados”.
- Inflación
Consideró “desacertado” hablar de “un fenómeno hiperinflacionario”. Atribuyó esos planteos a “una sobreactuación de tipo electoral” y aseguró que la inflación es la prevista en el presupuesto, además de recordar que el Fondo Monetario Internacional prevé una suba de ese índice de 12,6 por ciento para el año próximo. No mencionó qué piensa hacer para evitar subas en los precios, pero reiteró que se va a adoptar la metodología que se usa en Estados Unidos para realizar las mediciones.
- Indec
Se quejó de que al respecto de lo que ocurre en ese organismo “hubo un relato que no ha sido veraz” y que las personas que fueron desplazadas “estaban con los concursos vencidos”. Definió a sus reemplazantes como “cuadros técnicos del Estado” y acotó que “los 1400 empleados que forman parte del Indec, donde una sola mínima parte sigue en conflicto, tienen también alineación política”.
- Seguridad
“No concibo a la seguridad como un plan diferente al modelo económico vigente”, expuso y añadió que “hay que sostener un modelo de desarrollo social que permita que mayor cantidad de gente tenga trabajo, mejor remunerado y no informal”. Apuntó que a la inseguridad se la combate, además, con educación y salud y acotó que “el tema de la droga y fundamentalmente del paco también está muy anclado al tema de seguridad”.
- Evaluación de las elecciones
“Hubo un reconocimiento, pero no a mí porque nunca me la he creído, sino a la gestión del presidente Kirchner; he sido tributaria de eso”, analizó, aunque dijo sentir también el triunfo como algo propio “porque me siento parte de esa gestión”. Además, relativizó la lectura en el sentido de que el electorado de las grandes ciudades le dio la espalda: “No se puede tomar únicamente como centro urbano los lugares como Córdoba, donde salimos segundos. Mendoza es un centro urbano por excelencia de clase media y ahí ganamos con muchísima amplitud. Hay clase media también en el Gran Tucumán y ganamos ampliamente. Todo el primer cordón que rodea la Capital Federal tiene comportamientos electorales muy parecidos a los de la ciudad y también triunfamos ampliamente”.
- Policía porteña
“El Presidente y el jefe de Gobierno electo, Mauricio Macri, acordaron que iban a obtener la ley que permitiera que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires tuviera su propia policía. Eso está cumplido: el Parlamento modificó la famosa Ley Cafiero”, explicó. Mantuvo, además, la línea del oficialismo en cuanto a que el traspaso de la policía a los porteños depende “de una organización federal en la cual hay mucha reticencia por parte de gobiernos provinciales acerca de transferir recursos”.
- Rol del Estado en la sociedad
Planteó “hacer una articulación inteligente entre el Estado y mercado, pero concibiendo al Estado como aquel que necesariamente tiene que actuar en beneficio de los más débiles, que son los usuarios o consumidores frente a intereses que pueden cartelizarse o monopolizarse.
- Relación con la prensa
Dijo que “si los medios vuelven a ser de comunicación y no de oposición, va a ser perfecta” y protestó porque los oficialistas no tienen “el mismo trato” que con los opositores. “A nosotros nos interrogan y a los otros los escuchan. Si han decidido someterme a un interrogatorio, sepan que puedo ejercer el derecho de defensa que me considera el artículo 18 de la Constitución: no me pueden obligar a declarar contra mí misma”, remató. También aconsejó a los medios de comunicación “revisar lo que hacen, pero no por nosotros, sino porque en definitiva le dan una lectura diferente a su lector, a su oyente, a su televidente”.
- Santa Cruz
Después de los conflictos del último año, la elección en esa provincia tenía para los Kirchner una connotación personal y se notó que Cristina disfrutó ese triunfo. “Decían que la izquierda iba a hacer una muy buena elección en Santa Cruz y que otro candidato tenía una excelente opción. Los dirigentes de izquierda que citaban los diarios, a los que les dieron tapas y hablaban en todos los noticieros acerca del feudo de los Kirchner y de que los Kirchner no pueden caminar en Santa Cruz, obtuvieron el 0,50 y el 0,60. Y los del feudo, los Kirchner odiados... obtuve casi el 70 por ciento de los votos, batiendo récords”, destacó. Después enumeró: “De los 24 diputados que se renovaban, sacamos 21. Ganamos todas las municipalidades, menos de Río Gallegos, pero ahí ganamos el Concejo Deliberante, que representa al pueblo”.
- Partidos políticos
“El realineamiento de los partidos políticos se va a dar a través de orientaciones de centroizquierda y centroderecha sin perder las identidades de los partidos porque hay una identidad muy fuerte del peronismo y también del radicalismo”, evaluó.
- Política exterior:
“Hemos resituado nuestro lugar en América latina y retornado a casa”, apuntó a modo de ratificación de la política implementada por Kirchner y planteó un par de cuestiones a futuro: la necesidad de “tener más complementariedad en nuestras economías y de esa manera competir o relacionarnos con otros bloques” y de “ampliar el Mercosur y fundamentalmente el tema de la energía”.
“Que dejen de votar como una isla”, se oyó ayer al jefe de Gabinete muy temprano. Alberto Fernández habló de las elecciones, de los resultados y de lo que, a su criterio, sucede con los porteños. Molesto por la victoria de Elisa Carrió en el distrito, en el que por otra parte es jefe del PJ, pidió a la ciudad que “se integre, sea parte del país y deje de votar como una isla”. Y sin más, habló los “soberbios”: “Soy parte de esta ciudad, he nacido y la amo como quiero a cada uno de los porteños, soy también parte de su lógica y los entiendo bien, pero les voy a seguir pidiendo que algún día la ciudad se integre y sea parte de un país, y deje de votar como una isla y deje de pensar como una isla en el país”. En una lectura diferente, el legislador electo de Diálogo por Buenos Aires, Aníbal Ibarra, dijo que el resultado debía interpretarse como que la ciudad “no tenía dueño político”. Y subrayó que hace poco tiempo Mauricio Macri sacó más del 60 por ciento en la segunda vuelta y el domingo la cosecha del PRO se redujo en casi 47 puntos.
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