“Es como el sueño del pibe”, se le escapa a Juan Carlos Tedesco apenas se le pregunta cómo recibió la noticia de su ascenso de vice a ministro de Educación. Una reunión de trabajo cara a cara con la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner en la Casa de Gobierno le había confirmado un día antes que él era el hombre elegido para suceder a Daniel Filmus, el discípulo que lo precedió en el gobierno de Néstor Kirchner. Reconocido como un académico de prestigio, Tedesco es un hombre forjado en la mesura de los debates de la Unesco, la pasión lo desborda cuando se trata del fútbol: Racing lo puede. No es peronista, nunca lo fue, pero comparte con el Presidente esa otra pasión. El era un nombre en carrera, la sorpresa vino con el desdoblamiento de la cartera y la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que tendrá como cabeza al científico Lino Barañao (ver aparte). El objetivo es la vinculación entre la investigación y la producción. El compromiso es incrementar la inversión en ciencia para llevarla del 0,6 al 1 por ciento del PBI en el 2010. “Esto no es un reconocimiento justificado sino un castigo merecido”, ironizó Barañao, al evaluar su ascenso desde la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica a ministro debutante.

–Menos mal que se había jubilado –le dice Página/12 a Tedesco teniendo en cuenta que hace poco más de dos años, al cumplir 60, dejó su cargo como titular del Iipe-Unesco.

–Lo mío es jubilación activa. Estoy contento, preocupado, es una responsabilidad bastante grande. Es una continuidad, es como la salida más natural. Es una experiencia nueva, es como el sueño del pibe, después de haber estado casi dos años acá adentro, ahora es hacerse cargo, es la primera fila.

–¿Conocía a Cristina Fernández de Kirchner?

–La conocía de estar en algunas jornadas por la Ley de Educación en el Congreso, pero ayer (por anteayer) fue la primera vez que tuve una reunión de trabajo en la Casa de Gobierno, también con Alberto Fernández.

–¿Cuáles van a ser las prioridades de su política?

–Esto es continuidad, no habrá nada que vaya a ser particularmente nuevo. Vamos a hacer que se cumplan las leyes, las metas, todo está ahí. En estos próximos cuatro años vamos a profundizar los temas de calidad para mostrar que los resultados mejoran y además mejora la igualdad. Los desafíos son los mismos, el foco de atención más fuerte estará en la calidad. En la mejora de los resultados, de la formación y capacitación docente con cambios institucionales, en la transformación del secundario –que está prevista en la ley– con profesores por establecimiento, tutores, los desafíos más serios están ahí.

–¿Cómo evalúa la creación del Ministerio de Ciencia?

–Es una señal de que el país apuesta fuertemente a la ciencia y a la tecnología como base del desarrollo económico, a un modelo de desarrollo basado en introducción de progreso técnico en la producción.

–¿Va a continuar el debate para sancionar la nueva Ley de Educación Superior?

–El debate ya está iniciado, seguiremos convocando a todos los actores. Desde lo legal es la última ley que queda (N. de R: durante la gestión de Filmus se sancionaron las leyes de Educación Técnica, Financiamiento y Nacional de Educación). Va a ser el debate el año próximo, ya hay avances, hay documentos elaborados.

–¿Qué cambios habrá en su gabinete?

–En principio si hay continuidad a nivel de ministro con viceministro, esa pauta va a seguir. Hay cambios que serán inevitables como el de Walter Grahovac, que estaba en la coordinación del Programa Integrar para la Igualdad Educativa y será el ministro de Educación de Juan Schiaretti en Córdoba. Van a ser mínimos cambios.

–¿Va a volver Alberto Sileoni?

–Puede volver Sileoni, puede. No quiero decir nada.

Sileoni, quien fue viceministro de Filmus y ministro de Jorge Telerman en la ciudad de Buenos Aires, fue el otro nombre propuesto para el recambio. Fue la presidenta electa quien eligió a Tedesco, sus pergaminos internacionales como ex titular de la oficina internacional de Educación de la Unesco en Ginebra, Suiza, y su trayectoria como consultor internacional habrían inclinado la balanza a su favor. En los albores del gobierno de la Alianza, en el ‘99, el entonces vicepresidente electo Carlos “Chacho” Alvarez le había ofrecido a Tedesco ese cargo y después apadrinó al economista Juan José Llach sin darle ninguna explicación.

La vacante que dejará Tedesco será ocupada por Sileoni si le aseguran que podrá nombrar su equipo. Filmus daba anoche por descontado que su amigo aceptará volver a la cartera nacional. Mara Brawer aspira a ocupar la estratégica Subsecretaría de Calidad y Equidad que dejará Alejandra Birgin para irse a Francia a la dirección de la Casa Argentina en París. Sileoni garantizaría una relación fluida con los gremios docentes. Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) fueron cautos con la designación de Tedesco con quien tuvieron diferencias sobre criterios de evaluación y definiciones del perfil docente. Hoy darán a conocer un comunicado con la posición de la entidad que tuvo un rol protagónico durante la gestión de Filmus.

“Nosotros dejamos las bases para la transformación profunda, ahora viene el cambio real para que llegue a las escuelas”, dijo anoche Filmus a Página/12, quien está empezando a elaborar el duelo del fin de gestión para asumir como senador nacional.