Que el peronismo cambió de lógica no hay muchas dudas. Lejos del mandato de estar unidos porque así “todos triunfaremos”, ahora, con el triunfo asegurado, el kirchnerismo comienza a unir a la mayoría de sus sectores. El proceso normalizador que concluirá con la elección de Néstor Kirchner como titular del partido se iniciará el 5 de febrero. Ese día, en la sede que el PJ bonaerense tiene en Avenida de Mayo al 800, se reunirá el consejo partidario provincial. Este cuerpo, que preside el diputado José María Díaz Bancalari y que tiene más de cuarenta miembros, le pondrá fecha al Congreso en el que se elegirán los representantes de la provincia en el cónclave nacional del partido, que se realizará el 7 de marzo.

Los bonaerenses representan cerca del 40 por ciento del plenario nacional. Eligen 278 delegados. A esta cifra se llega luego de aplicar un criterio de la carta orgánica que determina que se elige un delegado cada cinco mil afiliados. En diálogo con este diario, Díaz Bancalari estimó que el padrón del peronismo bonaerense se aproximaría al millón y medio de afiliados. El mandato de los congresales bonaerenses finalizó en la segunda quincena de diciembre pasado. Concretamente el 17 de diciembre. Es un dato obvio que el peso numérico y político de la estructura provincial impone los tiempos de la reorganización nacional. En los planes de los dirigentes de Buenos Aires, el congreso provincial sería convocado para el 22 o el 29 de febrero. Este cónclave reúne a cerca de 800 congresales.

El kirchnerismo está pendiente de los mínimos detalles de organización. No quiere que ningún disturbio empañe el proceso que finalizará con la consagración de Kirchner. “Si una reunión de cinco personas es un quilombo, imagínese lo que es juntar a 800”, comenta a Página/12 uno de los responsables de la convocatoria partidaria.

A la hora de definir ese escenario, el dirigente partidario que habla con este diario y que pide reserva de su nombre, no avizora mayores conflictos políticos. Aunque en voz baja los bonaerenses no ahorran críticas cuando hablan de Daniel Scioli, el plenario lo elegirá como uno de los primeros congresales nacionales. Scioli no es afiliado bonaerense, pero sí tiene historia en el peronismo porteño. Además, es gobernador de Buenos Aires, lo que no es poco para un justicialista.

“El duhaldismo no existe, no tiene ni un intendente. Y en el peronismo, si no tenés una cuota de poder, estás dibujado”, confía el kirchnerista que analiza con este diario el peso de los diferentes sectores del congreso partidario. Hilda “Chiche” González de Duhalde es secretaria de Educación del consejo del PJ bonaerense. Ninguno de los peronistas consultados por este diario pudo aventurar si “Chiche” dirá presente el martes próximo, cuando se reúna el cuerpo partidario. La que seguro participará es su –hasta hace poco– mejor amiga, la diputada Mabel Müller que en el consejo provincial ocupa la Secretaría de la Mujer. Empujada por los nuevos vientos, luego de las elecciones nacionales la ex duhaldista se ubicó en el Frente para la Victoria. Quien seguramente no tendrá un lugar en el futuro congreso provincial es Juan José Alvarez. “No es confiable”, opina el dirigente que habla con este diario al recordar el paso por la SIDE del ex intendente de Hurlingham, uno de los tres mosqueteros que, junto a Alberto Balestrini y Julio Alak, se proponía renovar al partido de Perón cuando gobernaba la Alianza.

Entre las primeras medidas del congreso bonaerense estará votar una amplia amnistía para quienes participaron de armados electorales que compitieron con el PJ. Esto le garantizaría un lugar en la futura estructura partidaria al lavagnista Eduardo Camaño. “Camaño cruzó el Jordán, pero todavía está en la orilla”, dice el kirchnerista que habla con Página/12. A partir del lunes, el lavagnismo discutirá su perfil en la futura reorganización partidaria. Varios de sus miembros confirmaron a este diario que dirán presente en los congresos que terminarán con Kirchner como presidente del PJ.