Los efectivos de Delitos Federales de la Policía Federal se sorprendieron. Nadie sabía como abrir la Lamborghini Gallardo negra del ex agregado militar venezolano, coronel Orán Jesús Primera Petit. El número de motor no se pudo determinar porque ni los policías ni los funcionarios judiciales ni el apoderado del dueño del auto supieron cómo abrir el capot. De manera que el acta se hizo sin el número de motor y la Lamborghini quedó en un garaje, inhabilitado para circular, hasta que se constituya un seguro a favor del juzgado. Ese vehículo y un nuevo listado de 31 superautos quedaron ayer en la mira por haber sido ingresados al país mediante el beneficio irregular de las franquicias diplomáticas. En la nómina no figura ningún famoso. Sí un sitio de Internet, De autos, al que se refirieron varios de los compradores de Hummer y Porsche. En el juzgado de Marcelo Aguinsky se seguían presentado ayer abogados con una defensa casi unánime: sus clientes compraron el vehículo en la Argentina y en una concesionaria. Estas empresas son las que tendrán que dar explicaciones y serán la punta del ovillo de la investigación.

La Lamborghini no quedó secuestrada sino que, como los vehículos de la primera y segunda lista, tiene prohibición de circular hasta que se realicen los dos trámites pedidos por el juez. En primer lugar, que su titular o el apoderado del titular pase por el Registro del Automotor correspondiente y allí se le estampe una prohibición de vender o transferir la unidad. Y, en segundo lugar, que se constituya un seguro contra todo riesgo a favor del juzgado para que el Estado se garantice la integridad del auto y, eventualmente, su remate. Lo que se hizo ayer con el Lambor- ghini es dejarlo en una cochera elegida por el militar venezolano y, mediante un acta, dejar en claro que no puede circular hasta que se contrate el seguro. Entre los policías y funcionarios quisieron ponerlo en marcha, pero nadie sabía como hacerlo porque no tiene la caja de cambios tradicional. El número de motor tampoco se pudo determinar porque no encontraron el botón para abrir el capot.

En el listado conocido ayer, hay varios vehículos a nombre de agregados o funcionarios de embajadas extranjeras que ya no están en el cargo y que trajeron un Jaguar, Porsche, Lexus o algún otro auto deportivo no contemplado para el uso diplomático. Además, no se habrían respetado los tiempos previstos entre el ingreso de los vehículos y el derecho de los diplomáticos a venderlos. Por ejemplo, una Lexus 350 se trajo en noviembre y se nacionalizó ocho meses más tarde. Una buena parte de los vehículos figura en la nómina sin titular actual, lo que según el juzgado se está averiguando. Y en otra parte del listado aparecen coupés Audi y Mercedes sin que se haya precisado siquiera la patente. Esta parte de la pesquisa quedará en manos del nuevo juez que será sorteado hoy, ya que Aguinsky empieza sus vacaciones. Lo más probable es que el magistrado que salga en el sorteo se declare incompetente por considerar que es Aguinsky el que debe seguir con el expediente, por lo cual la decisión final quedará en manos de la Cámara de Apelaciones. Es casi seguro que habrá una especie de freno de mano puesto en la causa durante febrero.

La semana pasada, el magistrado prohibió la circulación de 56 autos. Y se conoció que entre los actuales titulares figuraban empresarios y deportistas. Los futbolistas Juan Sebastián “La Brujita” Verón y Aldo Pedro Duscher, el polista Adolfo Cambiaso y el folklorista Oscar “El Chaqueño” Palavecino. Las concesionarias en las que fueron adquiridos estos autos también quedaron comprometidas en la pesquisa.

La fiscal María Luz Rivas Diez se expidió sobre las medidas que deben adoptarse para seguir con la investigación. Entre ellas se destacan varias que apunta a las concesionarias e importadores de vehículos. Todo indica que esas empresas deberían ser allanadas por el juez que tome hoy la causa, ya que se trata de cuestiones que, a primera vista, no pueden esperar. Lo que dice Rivas Diez es que debe asegurarse la documentación que hay en las empresas importadoras y en las concesionarias para determinar si en esos papeles hay elementos con los que se pueda esclarecer para quién venía realmente el vehículo. Parece obvio que las Hummer o Porsche no estaban destinados al uso diplomático sino que las trajeron para venderlas o para un comprador en concreto, ya sea un particular o una concesionaria.

La fiscal también sugiere que se le pregunte a la Policía Federal si los vehículos de los dos listados registran infracciones de tránsito. En ese caso querrá saber quién manejaba, lo que también puede dar pautas sobre los verdaderos dueños.

Como anticipó ayer Página/12 en exclusiva, una medida clave será pedirles a las agencias de Hummer, Porsche y demás vehículos que mandaron las unidades desde Estados Unidos o Europa la documentación sobre quién pagó el superauto. Es que existe la sospecha de que un particular, un operador o una concesionaria emitió el cheque para pagar la unidad, por ejemplo en Estados Unidos, después arregló con el funcionario de Cancillería y con el diplomático de segunda línea, y trajo el vehículo directamente para un comprador usando en forma fraudulenta la franquicia para funcionarios de embajadas. O sea que la investigación apuntará a las dos puntas: quién pagó el auto originalmente y quién lo tiene ahora. El objetivo es descubrir quién hizo la maniobra.