Arrancaron nomás. Los camioneros de Hugo Moyano acordaron con las cámaras empresariales del sector un aumento anual de 19,5 por ciento. El anuncio fue hecho en Casa de Gobierno, tras una breve reunión que encabezó la presidenta Cristina Fernández. El incremento, escalonado, “será pagado en tres partes: el 10 por ciento en julio; el 5 por ciento en octubre y el 4,5 en diciembre”, según explicó Moyano. Además, en abril y junio los choferes y operarios tendrán un aumento no remunerativo, de 130 pesos los primeros y 100 los últimos, cada mes. Diversos sectores sindicales consultados por este diario afirmaron que, a partir de ahora, se aceleran los tiempos de las negociaciones. Es muy probable que algunos de los gremios más importantes, que siguen a Moyano, cierren sus acuerdos durante esta semana y la próxima, con cifras muy cercanas a lo pactado por camioneros. Así, reforzarán lo consensuado ayer, impulsándolo como acuerdo testigo, tal cual pretendía el Gobierno.

De la misma forma que en los dos últimos años, el Ejecutivo acordó con Moyano que fuera Camioneros el primer gremio grande en cerrar una negociación paritaria con el objetivo de marcar el terreno a los demás. Si bien Moyano afirmó que “acá no aceptamos ninguna base, cada uno discute de acuerdo con su actividad”, y advirtió que “a veces los porcentajes que se aplican a una actividad no son los mismos que se aplican en otra”, las cifras del acuerdo de Camioneros están en línea con las pretensiones del Gobierno, que sugería que los aumentos no superaran el 20 por ciento.

El día del secretario gremial de la CGT fue largo. Por la mañana, Moyano sostuvo que la propuesta de la UIA que ponía un techo del 12 por ciento a los aumentos del sector “no tiene sentido de la realidad” y acusó a los empresarios de ser muy reacios “a otorgar los aumentos que se les reclaman”. A las 9 tuvo el primer encuentro con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en donde el sindicalista informó acerca del estado de las negociaciones con las cámaras empresarias. A esa altura, la jornada parecía que iba a continuar con el calentamiento de motores de los días anteriores y se vislumbraba un comienzo de acuerdo en el sector docente (ver aparte).

Recién entre las tres y las cuatro de la tarde, luego de varias reuniones y llamados entre la cúpula de Camioneros y los empresarios, hubo acuerdo. El ministro Tomada recibió el aviso y rápidamente se hicieron los arreglos para encontrar un lugar en la agenda presidencial para recibirlos y confirmar el acuerdo. El sindicalista terminó el día festejando en familia. Fuentes del Gobierno afirmaron a este diario que confían en que el convenio firmado con el secretario general de la CGT servirá para arrastrar a cifras cercanas al 20 por ciento a los demás gremios. Además, esperan que los sindicatos que estaban pidiendo aumentos superiores al 30 por ciento comiencen a bajar en sus pretensiones.

Las negociaciones, según dijeron los protagonistas, habían comenzado en diciembre. El aumento será del 19,5 por ciento pero, según explicaron a Página/12 desde el Ministerio de Trabajo, “para las empresas, en el balance de fin de año, al ser escalonados los incrementos serán de alrededor del 16 por ciento este año”. El convenio incluye la extensión del régimen de comidas para la totalidad del país y el pago de un extra de 3 jornales por mes a los trabajadores que tengan hijos discapacitados. De todas maneras, no se descarta que Moyano siga negociando, por afuera del acuerdo, algún tipo de reivindicación adicional, al igual que el año pasado.

El acuerdo sorprendió a muchos empresarios y sindicalistas, que no esperaban empezar las negociaciones sino hasta los primeros días de marzo. Un representante de la industria alimenticia, que estaba enfrentando incrementos salariales cercanos al 30 por ciento, se alivió con el anuncio y sostuvo que “el acuerdo con Camioneros va a marcar la pauta”. A su vez advirtió, en consonancia con la UIA, las dificultades que tendrán las empresas más pequeñas para otorgar esos aumentos. Consultado por este diario antes de conocerse el acuerdo, Juan Carlos Lascurain, titular de la central fabril, confirmó la cifra de 12 por ciento como “lo que la mayoría de los sectores planteó en la UIA como razonable”. Habrá que esperar para ver cómo se desarrolla en estas semanas, pero lo más probable es que los industriales cedan algunos puntos y terminen ubicándose cerca de lo pactado por Moyano.

Desde la Uocra comentaron a Página/12 que “la cámara de la construcción está ofreciendo como máximo un 18 por ciento, pero nosotros calculamos que no vamos a cerrar por menos de 20”. Uno de los gremios que cerrará en los próximos días es el de los peones de taxis. Los sindicatos que pretenden conseguir cifras cercanas al 22 por ciento esgrimen que ellos parten de un básico inferior al de los camioneros y que, por lo tanto, “un 19,5 por ciento para nosotros representa mucho menos que para ellos”. De todas formas, advirtieron en tono conciliador que “no podemos entrar en la pelea precio vs. salario porque salimos perdiendo”.

Los empleados de comercio esperan conseguir aumentos superiores al techo que sentó Moyano. El secretario gremial de Capital, Oscar Nieva, remarcó ante este diario que su principal interés está en conseguir otro tipo de reivindicaciones, “como adicionales por antigüedad, categorizaciones más precisas, ramificar las negociaciones y la extensión del pago del ciento por ciento de las horas extra los domingos a todos los trabajadores del sector”.

En otros sectores, como el financiero, los teléfonos ya empezaron a sonar en las asociaciones de bancos. Juan José Zanola, de La Bancaria, se reunió con Jorge Brito, de Adeba, y mantuvo una serie de conversaciones con los representantes de ABA. La intención de los bancarios era cerrar después que Moyano, para “no quedarse atrás como el año pasado” y conseguir aumentos por encima de la media. Según anunció Zanola, las “paritarias del sector empezarán a mediados de la semana que viene”, pero es difícil que el incremento salarial “orille” el 30 por ciento que pretende.