Llovió en la zona norte del Delta, lo que permitió por fin controlar los focos de incendio en las islas. La Secretaría de Medio Ambiente confirmó que “todos los focos que quedan ardiendo están identificados y controlados” y que no se registraron nuevos. Las lluvias intermitentes fueron suficientes para moderar las llamas y la temperatura en las zonas directamente afectadas, con lo que se redujeron los “saltos” que dan los incendios para expandirse. La secretaria Romina Picolotti dijo que “esta situación permitió priorizar las distintas quemas, combatiendo primero las que ocasionaban mayor riesgo y su combate resultaba accesible y seguro para los brigadistas”. Las lluvias también alcanzaron para moderar la humareda que causa el incendio, con lo que permitió levantar el alerta de visibilidad en la región. Picolotti destacó que el trabajo de los bomberos fue muy difícil y peligroso, pero que no se registró ni una tragedia y tampoco se perdieron viviendas. En el operativo participaron 11 helicópteros, seis aviones, cinco barcos, 23 lanchas, 83 vehículos y 2400 hombres.