Mientras un intendente era apretado por un grupo de productores para que eligiese entre apoyar al campo “o renunciar”, el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, pedía “humildad” y “racionalidad del lado del Gobierno” para discutir los temas del sector. La disparidad de los mensajes no se circunscribió sólo a este hecho: Buzzi afirmó que si “algún ministro se pone en contacto” podrían llegar a levantar la protesta; en tanto, alrededor de 4000 productores acordaron una nueva marcha para el próximo 25 de mayo.

Durante el mediodía de ayer, un grupo de productores ingresó a la Municipalidad de Crespo, localidad con fuerte presencia agropecuaria ubicada al norte de Paraná, a exigir una repuesta del intendente Juan Carlos Brambilla, e incluso le advirtieron que deberá apoyar al campo “o renunciar”. El presidente de la Federación Agraria de Gualeguaychú, Juan Ferrari, desafió a los jefe comunales a “ponerse la camiseta del pueblo (léase el campo) o la camiseta de la chequera”. De la misma manera, varios jefes comunales de Entre Ríos sufrieron algún tipo de presión de parte de los productores agropecuarios.

La situación dividió las aguas de gobernadores e intendentes entre los que apoyan y los que no se hacen eco de la protesta del campo. A la lista de gobernadores que decidieron reunirse con los dirigentes del agro encabezada por Juan Schiaretti (Córdoba), Hermes Binner (Santa Fe) y Sergio Uribarri (Entre Ríos), se sumó hoy Oscar Jorge (La Pampa), quien recibió a los representantes de las cuatro entidades del campo (ver nota aparte). Jorge Barrachia, intendente municipal de Trenque Lauquen, calificó de “cagones” y acusó de “pensar en las próximas elecciones” a los jefes comunales que apoyan el paro.

El recrudecimiento de la protesta del campo generó, en tanto, la primera denuncia penal en los tribunales contra los dirigentes agrarios, a los que se acusó de entorpecer el normal abastecimiento de alimentos y generar el “encarecimiento de los productos” de consumo. La presentación fue hecha por el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat, quien ya había hecho una presentación similar en los tribunales cuando el sector del campo llevó a cabo el primer lockout, que se extendió por más de veinte días.

En medio de un clima más que hostil, Buzzi se permitió ayer pedir al Ejecutivo racionalidad en el diálogo, aunque agregó: “Hay que discutir las retenciones y bajarlas”. El ruralista aseguró que la relación con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, “está en el freezer” y consideró que un llamado de la presidenta Cristina Fernández “daría una gran sorpresa para la opinión pública nacional”. El presidente de Coninagro, Fernando Gioino, también se pronunció en favor del diálogo y consideró que la manera de encontrar soluciones es “dando razones”.

Al respecto, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, sostuvo que el acuerdo con el campo se trabó “cuando estaba todo prácticamente acordado”. “Incomprensiblemente aparece esta discusión sin sentido y queriéndole a atribuir a (el jefe de Gabinete) Alberto Fernández un gesto de dureza para justificar el paro”, agregó el funcionario. Los productores, por su parte, llevaron adelante en distintos puntos del país el sexto día de la nueva etapa de protesta del sector contra las retenciones móviles a las exportaciones. Y a 24 horas de la fecha fijada como fin de esta etapa de lockout patronal, los hechos de Crespo y el cronograma de protestas delineado –y difundido ayer– para después de mañana por Carbap dan cuenta de la poca intención de encontrar algún tipo de solución en el corto plazo.