“Que el campo haga el paro que cree que tiene que hacer, pero que no nos toquen los camiones”, fue la advertencia que hizo ayer Luis Morales, presidente de la Federación Empresaria de Autotransporte de Cargas. Aunque no se ubicó ni a favor ni en contra de los ruralistas, aludiendo que se trata de un conflicto sectorial, el empresario destacó que el sector padeció un perjuicio económico muy grande durante los primeros 21 días de lockout.

Morales, de todos modos, acusó a los dirigentes agropecuarios de centrarse en sus intereses sin prestar atención a los daños ocasionados sobre otros sectores. “En el conflicto anterior los productores siguieron trillando, los animales siguieron engordando y la soja se guardaba en los silos, pero fuimos nosotros quienes no facturamos, y el perjuicio económico fue muy grande”. La facturación de las empresas del transporte de carga mermó 30 por ciento, producto de las tres semanas que duró el lockout, y ahora están con problemas de caja para afrontar el pago de sueldos de sus trabajadores.

El lunes pasado, la Federación del Transporte Automotor de Cargas de Entre Ríos cortó por medio día la ruta a la altura del Túnel Subfluvial que une las ciudades de Paraná y Rosario. Bajo la consigna “o pasan todos o no pasa nadie”, la Fetac se manifestó en contra de las medidas que están llevando adelante las entidades del campo impidiendo el paso de leche, pollos y carne. Desde Fetac explicaron desafiantes que “tenemos una diferencia con los productores en la metodología del corte porque nosotros somos directamente perjudicados porque no podemos trabajar. Por su parte, más cauteloso, Morales señaló: “No vamos a decir si los puntos de sus reclamos están bien o mal, pero no estamos de acuerdo con la operatoria de parar los camiones, porque en ese caso un interés sectorial pasa a afectar los intereses de otro sector”.